Un bebé recibe un corazón 3D

La tecnología avanza cada vez más a pasos agigantados y, afortunadamente, eso está permitiendo que el ámbito de la medicina lo haga de forma paralela. Así, actualmente se están llevando a cabo intervenciones muy complejas de manera mucho más sencilla y se pueden salvar vidas mediante técnicas y mecanismos que antes eran impensables.

Un buen ejemplo de todo esto es lo que acaba de ocurrir en China, donde un bebé ha conseguido sobrevivir gracias a que se le ha procedido a implantar un corazón 3D.

El protagonista

El menor que ahora se encuentra copando las portadas de todos los medios de comunicación no es otro que un bebé chino de tan sólo nueve meses de edad. Un niño que presentaba una grave cardiopatía congénita que le daba pocas esperanzas de seguir con vida y que ahora afortunadamente ha encontrado una solución a la misma: un corazón impreso en tres dimensiones.

Los hechos

Hace nueve meses atrás fue cuando vino al mundo el pequeño protagonista de la actualidad y lo hizo con un grave problema cardíaco. Se trataba de una anomalía no sólo muy rara sino también extremadamente complicada que le llevaba a tener que sufrir dos severos problemas:

• Notables dificultades para respirar, pues sus cuatro venas pulmonares estaban colocadas de manera incorrecta, lo que se traducía en un drenaje pulmonar inadecuado.

• Comunicación interauricular, que venía a significar que la sangre circulara por las zonas superiores del corazón.

Esa situación hacía que el pequeño no pesara más de 5,6 kilos y que se temiera seriamente por su vida. En concreto, los médicos que llevaban su caso eran perfectamente conscientes de que si no actuaban de manera inmediata, su paciente iba a fallecer antes de llegar a cumplir el año de vida.

La solución

La situación del bebé se agravó de forma contundente estas pasadas semanas, cuando sus padres se vieron en la obligación de llevarlo de urgencia al Hospital Popular de Jilin pues presentaba una grave neumonía, tenía un fallo cardíaco y su estado era realmente crítico.

Los médicos en ese momento se dieron cuenta de que tenían que tomar una postura inmediata y encontrar una solución al problema del niño pues su vida se estaba acortando de forma irremediable. ¿Qué hicieron? Estudiaron a fondo su caso, barajaron distintas posibilidades y, al final por consenso, se decantaron por una que consideraron que podría ser la más adecuada: le implantarían un corazón nuevo, pero no de un donante, sino uno realizado a través de la impresión de la tecnología en 3D.

Así, después de conseguir que se le diseñara tecnológicamente ese órgano, sometieron al pequeño a una complicación operación a corazón abierto para implantárselo. Y el resultado de la misma no ha podido ser mejor, ya que en estos momentos, el paciente se encuentra ingresado y recuperándose de la intervención, parece que su estado es el adecuado y que, poco a poco, va mejorando, lo que hace prever que todo irá bien.

Otros casos

Aunque nos pueda parecer sorprendente y una auténtica novedad, lo que ha sucedido en China con este bebé no es la primera vez que tiene lugar. Así, ya en el año 2014, un recién nacido de tan sólo dos semanas de vida consiguió salir adelante gracias a que se le colocó un corazón que previamente había sido impreso haciendo uso de la tecnología en tres dimensiones.

En Nueva York, concretamente, fue donde se produjo este hecho, que tuvo como protagonista a un niño que vino al mundo con un corazón muy dañado, que presentaba no sólo agujeros sino también una formación realmente compleja y rara en lo que eran las cámaras.

Los doctores que le atendieron decidieron realizar una resonancia magnética para comprobar realmente el estado de ese órgano y así poder tomar medidas para lograrle salvarle. En ese caso, certificaron que se encontraba en muy mal estado, que necesitaba una acción inmediata y así fue como se decantaron por imprimir uno nuevo en 3D. El resultado fue totalmente positivo y el paciente salió adelante sin problemas.

Y todo esto sin olvidar que también en los últimos meses hemos ido conociendo el caso de otros pequeños que gracias a esa misma tecnología han conseguido mejorar su calidad de vida gracias, por ejemplo, al implante de prótesis realizadas con esa.

En la actualidad es innegable que no todos los hospitales pueden disponer de una impresora de ese tipo, por el coste tan elevado que poseen, y que aún son pocos los profesionales que están preparados para acometer el diseño y la colocación de órganos 3D. No obstante, estos tímidos casos que hemos ido conociendo lo que hacen es abrir las puertas a un camino que sirve para dar esperanza y solución respecto a acabar con graves enfermedades y patologías, que aún hoy pueden ser mortales.