La fotografía de un bebé unido a su placenta se hace viral

La fotografía de un bebé unido a su placenta se hace viral
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Numerosas son las fotografías de bebés que, a diario, se suben a las redes sociales y que logran convertirse en un viral, por la ternura que desprenden o por las divertidas acciones de sus protagonistas. En estos pasados días la que alcanzó ese masivo éxito fue la de una azafata que, en pleno vuelo, cogió en brazos a uno de sus pequeños pasajeros para intentar calmarle. Sin embargo, ahora su éxito se ha trasladado hasta otra instantánea que, cuanto menos, nos impacta. Se trata de una en la que un recién nacido aparece unido a su placenta.

La autora y el motivo de la instantánea

Una fotógrafa profesional de Australia llamada Emma Jean Nolan, de 30 años y que además trabaja como matrona, es la autora de la imagen que ahora está arrasando en todo el mundo, después de que la subiera a la red social Facebook.

¿Qué la llevó a hacerla? Básicamente lo que pretendía era poder dar a conocer una práctica habitual de la cultura maorí que responde al nombre de whenua y que consiste en enterrar la placenta, junto al cordón umbilical. El motivo de que se lleve a cabo dicha acción es porque se considera que de esta forma se logra que el niño al que pertenece esa mantendrá durante toda su vida una estrecha y fuerte conexión con la naturaleza.

Un hecho realmente curioso ese si tenemos en cuenta además que el citado término whenua se utiliza tanto como sinónimo de placenta como de tierra.

Pero no sólo eso. La responsable de esta instantánea ha manifestado, además, que su intención era también conseguir mostrar la belleza de un parto, la vida que se crea, los “elementos” que toman parte en el mismo…

La fotografía en sí

Como hemos mencionado, en la instantánea el protagonismo reside en el bebé que ejerce como personaje central, un pequeño llamado Harper que ha nacido en Nueva Zelanda. Aparece tumbado de lado, durmiendo, y se percibe claramente que está unido aún a su placenta, que se encuentra en el otro lateral de la imagen, a través de su cordón umbilical. Si eso resulta llamativo, no lo es menos que ese último elemento se ha dispuesto de tal manera que aparece formando la palabra “love”, es decir, amor.

Una hora y media después de venir al mundo el niño fue cuando se le hizo posar para capturar la magia de ese momento, tras el cual su madre (Jolene Spies) procedió a enterrar la placenta y el cordón bajo un árbol de la ciudad donde viven.

A todo esto hay que añadir que la imagen no fue subida en solitario, sino acompañada de un texto escrito por su autora que comienza de esta forma: “Bienvenido a la vida, pequeño y dulce Harper. Como un bebé maorí su placenta será devuelta a la tierra”.

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Viral y polémica

Desde que la fotógrafa y matrona decidiera subir la imagen a su cuenta en la red social Facebook muchas son las personas que la han visto. En concreto, se ha convertido en viral después de que, en muy corto periodo de tiempo, recibiera más de 4.000 “Me gusta”. Personas las que han respaldado la instantánea por considerar que no sólo es una “obra de arte” sino que además rebosa naturalidad, ternura, emoción y mucha vida.

Sin embargo, como suele ocurrir cuando un vídeo o una imagen logra tal repercusión, también la polémica le rodea. Y es que se ha producido la circunstancia de que otro elevado número de internautas la han tachado de mal gusto por darle presencia y protagonismo a ciertos elementos, como la placenta, que han considerado que son totalmente “repugnantes”, como ha manifestado algún usuario.

Posiblemente quienes no han dudado en atacar duramente este trabajo sean personas que nada tienen que ver con la cultura maorí. Y es que no podemos olvidar que, por regla general, en el resto del mundo los “desechos” que se producen durante un parto no son vistos como algo lleno de vida o agradable sino como algo “asqueroso”. Es más, en Occidente lo más frecuente es que la parturienta no llegue siquiera a ver la placenta porque las matronas y enfermeras que le asisten directamente la tiran a la basura cuando es expulsada.

No obstante, no hay que pasar por alto que existen otras muchas tendencias de lo más singulares relativas a ese citado elemento orgánico que durante el embarazo protege y cuida al feto. En concreto, en los últimos años hemos conocido celebrities que toman la decisión de comerse la citada placenta o que la usan para hacerse píldoras que luego ingieren. ¡Argggggg! ¿Para qué? Lo hacen porque hay ideas que exponen que acometer esa práctica es una manera de mejorar el proceso de lactancia e incluso de evitar que las madres sufrir depresión postparto. Eso sí, no hay ningún estudio científico que avale esos supuestos beneficios.

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