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Vox Baleares confía en que el PP impida la destitución de Le Senne: «No contemplamos otro escenario»

La propuesta de la izquierda para echar a Le Senne como presidente del Parlament sólo prosperaría si el PP vota a favor

El PP no ha desvelado el sentido de su voto aunque todo indica que optará por la abstención

La dirección de Vox Baleares está convencida de que el PP de Marga Prohens facilitará la continuidad de Gabriel Le Senne como presidente del Parlament después del pleno extraordinario que se celebra este martes para debatir la moción presentada por la oposición para su destitución por haber rasgado la foto de Aurora Picornell, La Pasionaria de Mallorca, convertida desde entonces en un ídolo de las formaciones de izquierda.

La destitución de Le Senne sólo sería posible si el PP vota a favor de la moción, una posibilidad que Vox descarta. Con la abstención o el voto en contra del PP, la moción de remoción no prosperará, dado que su aprobación requiere una mayoría cualificada de tres quintos de los diputados y los votos de la oposición no son suficientes.

La dirección de Vox en las Islas afirma que «no contempla otro escenario» que la abstención o el voto en contra del PP y que, en consecuencia, Le Senne siga presidiendo el Parlament.

Vox firmó a principios de legislatura un pacto de investidura con el PP que permitió la designación de Marga Prohens (PP) como presidenta del Govern y de Gabriel Le Senne (Vox) como presidente de la Cámara autonómica.

El pasado mes de julio el líder de Vox, Santiago Abascal, anunció que su formación salía de los gobiernos de coalición con el PP en varias comunidades autónomas y que retiraba el apoyo parlamentario en Baleares. Al día siguiente, la presidenta del Govern, Marga Prohens, en rueda de prensa dijo que «no se entendería» que Le Senne siguiera en el cargo ya que éste resultó del acuerdo de investidura.

Vox, sin embargo, considera que tras la ruptura del pacto si Le Senne tuviera que dimitir como presidente del Parlament también tendría que hacer lo mismo Marga Prohens como jefa del Ejecutivo autonómico, ya que los dos accedieron al cargo en virtud del mismo pacto de legislatura.

Desde la presentación por parte de los grupos de izquierda de la moción para echar a Le Senne, el PP ha evitado pronunciarse sobre el sentido de su voto y ha afirmado siempre que tomará la decisión en el último momento. Asimismo, el portavoz del Ejecutivo, Antoni Costa, señaló el pasado viernes que el Govern no pide el «cese» de Le Senne como tal, pero sí mantiene que por «coherencia» debería dimitir él mismo al romper Vox el pacto en Baleares.

Será este martes cuando el pleno extraordinario del Parlament debatirá a las 10.30 horas la destitución del presidente de la Cámara balear, Gabriel Le Senne (Vox), que no presidirá el pleno. La convocatoria del pleno extraordinario se acordó por unanimidad en la Diputación Permanente del pasado 7 de agosto, si bien con protestas de la oposición por la fecha, puesto que el pleno se celebra dos meses y medio después de la presentación del escrito de remoción y una semana antes de que comience el periodo extraordinario de sesiones.

El presidente de la Cámara señaló, durante la Diputación Permanente, que no tenía intención de dimitir por el episodio de la foto de Aurora Picornell, mostrándose «bien tranquilo» y dispuesto a seguir con su trabajo «mientras el pleno quiera».

En relación al pacto entre PP y Vox, confió en que «las partes puedan entenderse y ser razonables» «Creo que los grupos tienen que hablar, a mí no me concierne y yo, como siempre he dicho, estoy a lo que considere el pleno», declaró.

Quien sí avanzó su sentido de voto es el diputado Agustín Buades, que abandonó el Grupo Parlamentario Vox el pasado viernes en desacuerdo con la decisión de la dirección de partido de romper unilateralmente el pacto con el PP. Sobre Le Senne, aseguró que votaría en contra, al considerar que el gesto de Le Senne de arrancar la foto de Picornell es «desafortunado» pero «en ningún momento es un delito de odio». No obstante, consideró que lo «coherente» es que Gabriel Le Senne deje la presidencia del Parlament por haberse roto el pacto.

‘La Pasionaria’ de Mallorca

Desde el incidente del pasado mes de junio, la izquierda balear que tilda de mártir a Aurora Picornell, se olvida por completo de mencionar el historial de su pareja, Heriberto Quiñones González, fusilado en Madrid en 1942 y autor intelectual de uno de los episodios de represión más sangrientos de la Guerra Civil, el asesinato a sangre fría en noviembre de 1936 de más de 70 personas prisioneras del bando republicano en el barco Atlante, anclado en el puerto menorquín de Mahón, como represalia por el bombardeo efectuado horas antes por la aviación italiana enviada por Mussolini.

El PSOE de Baleares y la toda la izquierda por extensión han convertido a La  Pasionaria de Mallorca en todo un ídolo y todo por la polémica intervención del presidente del Parlament, Gabriel Le Senne, al romper su foto accidentalmente cuando estaba exhibida sobre el ordenador de la diputada del PSOE, Mercedes Garrido, vicepresidenta segunda de la Cámara autonómica.

La izquierda homenajea constantemente a Picornell por su condición de víctima del franquismo al tiempo que ignora por sistema a las personas asesinadas por el bando republicano. La represión de este bando fue especialmente cruenta en Menorca, donde tuvo una relevancia especial la actuación de la pareja de Picornell, Heriberto Quiñones o, mejor dicho, Yefim Granodowsi, que era el nombre real del moldavo que entró en España en diciembre de 1930 enviado por Josif Stalin para organizar el Partido Comunista en Mallorca, Valencia y Asturias.

¿Y quién fue Aurora Picornell? Fue una destacada militante comunista y feminista española nacida en 1912 en El Molinar, el barrio marinero de Palma. Ya desde muy joven se comprometió con el feminismo, el  movimiento obrero y el sindicalismo. De profesión costurera pronto se convirtió en  una activista del Partido Comunista de España, compartiendo inquietudes con su pareja Heriberto Quiñonez

Con el estallido de la Guerra Civil el agente secreto enviado por Staflin, que no llegó a tiempo para formar parte de la expedición del capitán Bayo que intentó sin éxito conquistar Mallorca para el bando republicano porque se encontraba en Madrid, se instaló en Menorca, en septiembre de 1936, como líder del PCE en Baleares. Menorca era la única isla de Baleares que estaba bajo el mando rojo. No perdió el tiempo. Desde el principio dejó claro que su objetivo iba a ser «limpiar la isla de fascistas». Para ello iba siempre armado y acompañado por dos escoltas, según cuenta el historiador David Ginard, autor de una biografía de Aurora Picornell.