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El SEPE vuelve al estado de alarma en Baleares: hasta tres semanas de calvario para lograr cita previa

Más de 100.000 baleares, en la estacada, afectados por la demora en la atención para solicitar subsidios y ayudas

Una vez lograda la cita previa, el demandante tiene que confirmarla por GPS en la oficina de atención asignada

La falta de refuerzos del SEPE provoca retrasos de hasta un año para cobrar los ERTE

  • Indalecio Ribelles
  • Redactor de OKBaleares, información local de Palma, social y política. Antes, redactor en EL MUNDO/ Baleares durante 20 años.

El Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) vuelve a las andadas en Baleares y a la desatención al público, como ocurrió en el estado de alarma en marzo de 2020 cuando era imposible coger cita ante el aluvión de ERTE para cobrar cualquier ayuda estatal. En estos momentos, la demora alcanza ya, en el mejor de los casos, tres semanas. Es el tiempo que, como mínimo y con suerte, puede tardar cualquier ciudadano balear en lograr que el SEPE le dé una simple cita previa

Un auténtico calvario que están padeciendo más de 100.000 ciudadanos de las Islas, que han visto cómo este año sus ingresos de otoño e invierno pasan a depender de las ayudas estatales, ya sea a través de las prestaciones extraordinarias aprobadas para los fijos discontinuos, para aquellos que han reingresado en el ERTE una vez acabada la temporada estival o los que han agotado las prestaciones por desempleo y solicitan un ingreso mínimo. 

Ya sea por teléfono o vía internet, el viacrucis diario de cualquier desempleado con el SEPE arranca a las 7 de la mañana y no para hasta ocho de la tarde. El servicio de atención es automático y en caso de éxito y una vez dados todos los datos personales, tras no menos de entre siete y 10 minutos de demora, la respuesta habitual que recibe el solicitante en cuestión es el demoledor: «No hay citas disponibles, inténtelo más tarde». 

Por internet, en la web del servicio público en cuestión, la situación es la misma, día, tarde y noche para desesperación de unos solicitantes angustiados por su precariedad económica y que ven cómo el muro tecnológico les impide alcanzar su objetivo.

Cartel del SEPE para confirmar la cita previa.

En caso de éxito viene una segunda parte. Una vez lograda la preciada cita previa, hay que confirmarla en la puerta de la oficina del SEPE en la que el demandante esté inscrito. Un trámite que se convierte en un auténtico reto personal en conocimientos tecnológicos.

Los pasos que el solicitante tiene que dar, tal y como reza el cartel de la céntrica oficina de este organismo estatal en la calle Jordi Villalonga de Palma son: conectar la ubicación del teléfono móvil por GPS; entrar dentro de SMS, seleccionar el SMS recibido y entrar en el enlace. Posteriormente, pulsar check in, seleccionando la ubicación de la oficina en cuestión, introducir los datos personales, seleccionar el trámite que se quiere realizar, y entonces, por fin, se le otorga un nuevo mensaje con el turno que tendrá para ser atendido y el número de mesa que le corresponderá.

Un máster en nuevas tecnologías, impropio de un servicio de atención al público, al que acuden miles de personas de avanzada edad, nada habituadas a todas las nuevas herramientas digitales.