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Radicales propalestinos llaman al boicot a una empresa israelí de fertilizantes que opera en Baleares

Varias organizaciones animan a los comercios de las Baleares a que dejen de vender los productos de la empresa ICL Group

Los activistas radicales propalestinos de Baleares han animado a la sociedad civil de las Islas a realizar un boicot a la empresa israelí ICL Group, una multinacional que comercializa fertilizantes y productos agrícolas y que cuenta con varios establecimientos en el archipiélago balear.

Los organizadores de esta acción, Ciutadans per Palestina y Mallorca per Palestina, animan a los comercios de las Baleares a que dejen de vender sus productos ya que, según argumentan los activistas, mantener relaciones comerciales con ICL implica ser cómplice de un sistema que permite la ocupación y la crisis humanitaria en Gaza.

Estas organizaciones propalestinas han detectado numerosas tiendas de Baleares que comercializan productos de esta empresa, que además de fertilizantes y productos agrícolas, también vende metales y otros productos especiales y químicos.

Los activistas han acusado a ICL Group de participar en la explotación de recursos en Palestina y de colaborar con el ejército de Israel suministrando fósforo blanco utilizado en ataques militares a Palestina y Líbano.

El boicot busca presionar a los comercios de Baleares para que cesen la distribución de productos de la multinacional. De hecho, consideran que este boicot «no es opcional, sino una obligación ética y legal».

«Mantener relaciones comerciales con ICL, sabiendo su papel económico y político, implica contribuir a un sistema que permite la ocupación militar, la violación de los derechos humanos y la crisis humanitaria en Palestina», manifiestan.

Activistas propalestinos en Mallorca

Los activistas propalestinos llevan semanas realizando numerosas acciones vandálicas para protestar contra lo que consideran un genocidio por parte de Israel. El pasado 8 de septiembre, un grupo de activistas vandalizaron un hotel de la localidad de Palmanova (Mallorca) perteneciente a una cadena israelí arrojando tinta roja en la piscina.

Los autores de este acto utilizaron tinta de color rojo para simular sangre. Prácticamente toda la piscina quedó manchada de pintura, una estampa que provocó la expectación de muchos turistas que en ese momento se encontraban en las hamacas disfrutando de un día de relax.

Este mismo mes también fue vandalizado con pintadas y proclamas a favor de Palestina el faro más icónico de Formentera, el de Es Cap de Barbaria.

Construido en 1971, está situado en el extremo de una carretera estrecha que cruza el sur de Formentera y el pasado 3 de septiembre amaneció vandalizado con proclamas radicales islamistas.