Un matrimonio niega en un juicio haber dirigido una red de ‘telecoca’ en Mallorca
Uno de los repartidores confirma que trabajó para el supuesto cabecilla entregando papelinas de cocaína a domicilio
La Fiscalía pide para cada uno de ellos una pena de nueve años y tres meses de prisión
La Policía advierte del auge del servicio de ‘telecoca’ en Mallorca
Un matrimonio ha negado este viernes, en la Audiencia Provincial de Baleares, haber dirigido una red de reparto de droga a domicilio en Mallorca -modalidad conocida como telecoca-, hechos por los que la Fiscalía pide para cada uno de ellos una pena de nueve años y tres meses de prisión.
La Sección Segunda de la Audiencia Provincial ha arrancado este viernes el juicio contra diez personas -otros dos procesados no estaban presentes en la vista- acusadas de dedicarse a la introducción de cocaína en España. Ninguno de ellos tiene antecedentes por narcotráfico. El grupo se enfrenta a penas que suman más de 100 años de prisión por tráfico de drogas y pertenencia a grupo criminal y a una multa de 12 millones de euros.
La Fiscalía describe en su escrito un grupo organizado y estructurado, con varias ramas de actividad. Señala a un ciudadano colombiano residente en Madrid, M.F.P., como la persona encargada de hacer llegar la cocaína desde el extranjero hasta Mallorca utilizando correos humanos, y a E.H. como presunto cabecilla de la rama asentada en Mallorca que distribuía la droga a domicilio.
Según la Fiscalía, la droga se repartía bajo una tapadera de entregas de comida a domicilio y E.H. se encargaba de dar de alta como autónomos a los repartidores, además de preparar las papelinas de cocaína y recibir la sustancia transportada por mulas.
Uno de los supuestos repartidores de droga ha confirmado que se dedicó a distribuir cocaína por Mallorca bajo las órdenes de E.H., aunque ha rechazado que la esposa de éste participara, como sostiene la Fiscalía y recoge la agencia Europa Press.
En su declaración ha explicado que vino a Mallorca expresamente para trabajar con este hombre, recomendado «por un amigo». A través de un grupo de WhatsApp -en el que ha incluido a otros tres coacusados como repartidores- E.H. les enviaba ubicaciones para que llevaran la droga directamente al consumidor.
El repartidor ha explicado que estaba disponible los siete días de la semana y que le pagaban 3.000 euros mensuales, aunque según su versión sólo se dedicó a estas actividades durante apenas dos meses. Además ha afirmado que E.H. le proporcionaba el coche y también costeaba la mitad de los gastos de su vivienda.
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