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Mallorca sufre su peor crisis migratoria mientras Sánchez sigue de vacaciones y se va de gira por África

El Consell lamenta que un mes después de pedir auxilio, el Gobierno no haya contestado "absolutamente nada"

Este fin de semana han llegado a las costas de Mallorca otros siete menas más: ya son 184 en lo que va de año

  • Indalecio Ribelles
  • Redactor OKDIARIO en Baleares, información local de Palma, social y política en general. Antes, redactor en EL MUNDO/ Baleares durante 20 años.

Mallorca sufre su peor crisis migratoria mientras Sánchez sigue de vacaciones y se va de gira por África.

Será la próxima semana cuando el presidente del Gobierno visite Mauritania, Senegal y Gambia, tras ni siquiera contestar a las petición de ayuda del Consell de Mallorca, ante los colapsados centros sociales de acogida de  menores extranjeros no acompañados (menas) atendidos por los servicios sociales insulares.

En estos momentos, un total de 310, para un servicio inicialmente pensado de 24 plazas, que ha tenido que ir ampliando su capacidad mes a mes.

Hay que tener en cuenta que Baleares en su conjunto, ha recibido en lo que va de año un total de 2.231 inmigrantes ilegales llegados en 168 pateras. Una cifra que confirma que este mes de agosto ya se han superado los datos registrados en 2023, sin que hasta la fecha, el Gobierno central haya cedido al Consell o al Govern, edificio público alguno para atenderles, ni incrementado sus aportaciones económicas a las comunidades autónomas, para hacer frente a este aluvión de inmigrantes ilegales.

Este fin de semana, sólo a las costas de Mallorca han llegado siete menas más, por lo que en lo que llevamos de año son ya 184 (los 310 son el total que atiende el Consell) lo que ha obligado al gobierno insular a triplicar el gasto presupuestario para su atención, de los cuatro millones inicialmente previstos hasta, por ahora, un total de doce.

Si el coste medio mensual de cada mena asciende a 7.300 euros, no sería de extrañar que a final de año, el Consell de Mallorca tenga que destinar en torno a los 18 millones a la atención y cuidados de esta población menor acogida.

Ante esta situación, el PP de Mallorca que gobierna en coalición con Vox en el gobierno insular, ha expresado en redes sociales su rechazo a la actitud pasiva del presidente socialista.

«Mientras desde el Consell pedimos ayuda al Gobierno central ante la crisis migratoria que sufre Mallorca, Pedro Sánchez está de vacaciones y sin dar respuesta», denunciaba la formación presidida por el número uno de la institución insular, Llorenç Galmés.

Hace más de un mes, en concreto, el pasado 16 de julio el consejero de Bienestar Social del gobierno insular mallorquín, Guillermo Sánchez, informó que el presidente Galmés había remitido una carta al Gobierno español pidiéndole auxilio para atender a estos menores extranjeros, ante un escenario social que calificó de «límite», con los nuevos centros de acogida «tensionados» al máximo, y una situación «insostenible».

El alto cargo del PP de Mallorca ya había advertido una semana antes en la última Conferencia Sectorial de Infancia y Adolescencia, que «Mallorca no tiene capacidad para asumir más acuerdos de reparto, puesto que los servicios de atención al colectivo se encuentran ahora mismo saturados, por encima 500% de su capacidad. Nunca se había acogido tanto como el último año».

La contestación del Gobierno de Sánchez a la carta de Galmés, según fuentes oficiales, ha sido «ninguna. Absolutamente nada».

De hecho, la única respuesta desde filas socialistas a esta petición de auxilio del Consell  ha sido la del delegado del Gobierno en las Islas, Alfonso Rodríguez, que invitaba al gobierno insular a buscarse la vida ante la falta de ayudas del Gobierno de Sánchez.

«Es fundamental que cada administración trabaje y dé una respuesta adecuada a sus propias competencias» y que «los consells insulares no pueden echar balones fuera en un ámbito que es de su responsabilidad».

En la misma línea, los socialistas de Baleares registraban en plena crisis migratoria una proposición en la Cámara balear, exigiendo «responsabilidad» a la presidenta del Govern del PP, Marga Prohens, y que «saque recursos» para atender a los menas, cumpliendo con los pactos para la inclusión social o el de la protección de la infancia y la adolescencia.

De hecho los socialistas de Baleares sólo instan al Govern, y por ende a los contribuyentes de Baleares, a «apoyar a los consells insulares, con financiación y logística, para gestionar la acogida de niños migrantes, incluyendo la formación de personal y la creación de infraestructuras adecuadas», sin citar la nula implicación del Gobierno central de Sánchez.