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'OPERACIÓN ENROQUE MANSO BAL'

El inspector Faustino Nogales tenía en su casa un arsenal de armas de fuego, machetes y puños americanos

Una hora antes de ser detenido, el inspector buscó por internet información de cómo borrar mensajes de Whatsapp

La imagen pública del inspector Faustino Nogales, ex jefe del Grupo II de Estupefacientes de la Policía Nacional en Baleares, se ha desplomado tras el hallazgo de un auténtico arsenal en sus taquillas y domicilio. Sus vínculos con la trama liderada por Stefan Milojevic han acabado con él en prisión, pero los hallazgos del registro añaden nuevas preguntas y un fuerte componente sensacionalista al caso.

La instrucción del caso describe con crudeza lo que los investigadores encontraron al proceder a los registros: armas cortas y largas, munición a raudales y una extensa colección de armas blancas. Elementos que, en manos de quien fuera uno de los responsables en la lucha contra el tráfico de drogas en la comunidad, dibujan un cuadro inquietante y contradictorio.

Según consta en las actuaciones, los registros practicados en las taquillas que utilizaba el inspector en las dependencias del Polígono de Son Castelló (sede de los Radio Patrullas), en la Jefatura Superior de Policía y en su domicilio particular arrojaron los siguientes hallazgos materiales:

La lista, fría en su enumeración técnica, adquiere una dimensión más contundente vista de conjunto: armas cortas y largas, munición por miles y una batería de cuchillos y puños americanos que llaman la atención por su carácter agresivo y ofensivo. Para los investigadores, la presencia simultánea de material de este tipo en las dependencias policiales y en el hogar del inspector plantea preguntas sobre accesos, custodia y la posible circulación de ese armamento.

Pero el arsenal material no fue lo único que trascendió. La investigación tecnológica -a cargo de la unidad de Delitos Tecnológicos- consiguió recuperar información del móvil del inspector, incluida conversaciones de WhatsApp que habían sido borradas. El auto policial incorpora un pasaje particularmente explícito sobre la conducta del investigado en las horas previas a su detención: «En primer lugar, cabe destacar que aproximadamente hora y media antes de proceder a su detención, Faustino realizó consultas en su navegador de internet para averiguar cómo borrar un mensaje de WhatsApp de forma permanente sin que se den cuenta», señala el auto policial.

Hasta el momento, lo sabido y documentado por la causa es lo que figura en las diligencias: registros en dependencias y domicilio, intervención de armas y munición, recuperación de conversaciones borradas y la situación procesal del inspector -actualmente en prisión por su vinculación con la trama criminal liderada por Stefan Milojevic-.

La combinación de la condición profesional del detenido y la naturaleza del material intervenido ha desatado un debate en círculos policiales sobre la integridad de controles internos: ¿cómo terminó en las taquillas y en el domicilio de un e xjefe de estupefacientes tanto armamento? ¿Existieron negligencias en la custodia? ¿Fue un acopio deliberado para uso propio o para su cesión a terceros? Preguntas que la instrucción deberá responder con pruebas y documentos, evitando, eso sí, caer en la tentación de convertir presunción en rumor. El departamento de Asuntos Internos está al frente de la investigación.

La presencia de un alto mando policial en el epicentro de una investigación por vínculos con una trama y por la tenencia de un arsenal ha encendido alarmas y ha dado pie a numerosos titulares. Fuentes judiciales consultadas por esta redacción insisten en la necesidad de respetar la presunción de inocencia en lo no probado y, al mismo tiempo, reclaman el rigor para que la instrucción aporte claridad.

En los próximos pasos procesales, los investigadores deberán acreditar la procedencia de las armas y la cadena de custodia, analizar el contenido completo recuperado del teléfono y dilucidar la conexión entre la persona titular de ciertas piezas armamentísticas y los terceros señalados en las diligencias. Sólo entonces el rompecabezas -de momento contundente en cifras y hallazgos- podrá transformarse en un relato judicial firme.

La mayor operación antidroga de los últimos años ha hecho temblar los cimientos del crimen organizado en Baleares. Tras más de dos años de pesquisas, la Policía Nacional y la Guardia Civil han asestado un golpe histórico al narcotráfico en las Islas: 76 detenidos, 71 registros, 1,54 millones de euros en metálico y más de tres toneladas de droga incautadas.

El caso, considerado uno de los más complejos del narcotráfico europeo, sigue bajo investigación judicial. La investigación sitúa a la mafia albanesa detrás de los grandes alijos de drogas que llegaban a Mallorca e Ibiza, bajo la dirección de Stefan Milojevic, actual líder de la banda motera de los Tribuns España y considerado el brazo ejecutor de la organización criminal y responsable de inundar las Islas de sustancias estupefacientes.

De hecho, queda constatado que dicha organización era la que suministraba droga a más del 50% de los puntos de venta de Mallorca, tal y como ya adelantó en exclusiva OKBALEARES. La organización, dirigida por el líder de los United Tribuns, Stefan Milojevic, y el abogado Gonzalo Márquez, se movía con sofisticadas medidas de contravigilancia.

Los investigadores hallaron balizas, sensores, detectores de micrófonos y cámaras ocultas para evitar ser descubiertos. Todo un arsenal tecnológico digno de una película de espionaje. La red introducía cocaína y hachís desde el norte de África e Ibiza, blanqueando los beneficios en negocios tapadera. Incluso el conocido narco de Son Banya, El Vito, cayó en las redadas, junto a decenas de colaboradores, que gran parte de ellos ya están durmiendo entre rejas.