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Los independentistas de Menorca quitan las banderas oficiales y la foto de los Reyes del salón de plenos

  • Indalecio Ribelles
  • Redactor de OKBaleares, información local de Palma, social y política. Antes, redactor en EL MUNDO/ Baleares durante 20 años.

Los independentistas menorquines que gobiernan el Ayuntamiento de Ciutadella con Joana Gomila Lluch al frente (PSM-Més per Menorca), vuelven a demostrar su talante más sectario y cortijero y el pasado sábado, haciendo de su capa un sayo, convirtieron el salón de plenos de este municipio menorquín en el hall particular de su sede.

Tras quitar la bandera de España, la balear y el resto de insignias oficiales además de la foto de los Reyes, lo utilizaron para un acto de partido celebrando una charla con la diputada Esquerra Republicana de Cataluña, Jenn Díaz, que presentó su libro sobre feminismo y política.

La alcaldesa de Mes per Menorca cedió el salón de actos de Can Saura a su formación para un evento puramente electoral, y no tuvo reparo alguno en que los dirigentes de su partido decorasen a su gusto este espacio oficial para la tertulia con la diputada independentista de ERC.

El principal partido de la oposición municipal en esta localidad (PP) ha cargado por ello contra «el uso partidista y en clave electoral que hace el PSM-Més de edificios públicos», después de que el diario digital Menorca.info, revelase lo sucedido este pasado fin de semana.

«Desde el Partido Popular nos parece bien que todo el mundo que quiera pueda presentar su libro siendo de la ideología que quiera, lo que nos parece inadmisible es que en dicho acto se cree una confusión y se haga uso partidista de una sala donde se hacen los plenos. Una sala que desde que es salón de plenos, hay el cuadro de los Reyes de España y las banderas constitucionales de nuestro país llamado España», apuntó esta formación en un comunicado.

Desde el PP precisaron, en este sentido, que «lo que nos ha llamado la atención es que por parte de Més per Menorca hubieran quitado el cuadro y las banderas de dicha sala, y nosotros nos preguntamos si cuando fueron o solicitaron la sala, no vieron que había dicho cuadro y las banderas».

«Lo que es intolerable es que todo el mundo que utilice dicha sala pueda quitar y poner el mobiliario que quiera, y hacer lo que se le venga en gana en una sala de un edificio público».

Por ello, Juana Mari Pons Torres, regidora y presidenta de la Junta Local del PP de Ciutadella, manifestó que a su formación «no nos parece correcto que se presente un libro y que tengan que quitar los símbolos constitucionales de la sala de un edificio público».

«Tampoco entendemos que se haga un uso partidista y en clave electoral en un edificio público cultural», por lo que ya avanzó que el PP exigirá que desde el equipo de gobierno que dirige la alcaldesa Joana Gomila, «nos digan los usos permitidos en todos los edificios municipales y lo que se permite o no en dichos actos».

Lo sucedido, sin duda, está estrechamente unido a la hiperventilación y los sarpullidos que a los dirigentes políticos de Més per Menorca, afines y palmeros de las tesis secesionistas de ERC, les provoca todo lo que sea español, excepto claro está, su sueldo público.

Basta recordar el patético tuit lanzado el pasado uno de octubre por el diputado de esta formación y número dos de este partido, Eduard Riudavets. «Cala Morell es un lugar maravilloso pero tengo una molestia. Sobre la grúa que eleva las bacas al pequeño muelle ondea el trapo español. De todos modos, me está bien. Me sirve para no olvidar ni por un segundo que somos una nación ocupada». O lo que afirmaba el mismo diputado la semana pasada, sobre el aún fallido golpe de Sánchez al Poder Judicial:

«En el Tribunal Constitucional, los monaguillos judiciales del neofranquismo pueden perpetrar un golpe de estado. Pretenden vulnerar la soberanía popular. Ya lo hicieron con el Parlament de Catalunya. ¡Asco!», concluía el diputado y representante de los menorquines.