Convulsión en Sumar por las denuncias de abusos sexuales contra uno de sus dirigentes en Baleares

Convulsión en Sumar por las denuncias de abusos sexuales contra uno de sus líderes en Baleares. Se trata de un dirigente de Sumar en las Islas, quien ha sido acusado en redes sociales de ser un depredador sexual. Varios usuarios de la red social Instagram, a través de la cuenta @abusos_baleares, señalan a un político de izquierdas como presunto agresor sexual: «Presumía de hacer afiliación vaginal para su partido», denuncia un mensaje anónimo de la mencionada red social.

«Miserable es la palabra que mejor le define. Viví algo parecido a lo que cuentan otras mujeres. Un narcisista de manual que se cree sus propias mentiras y manipula para conseguir lo que quiere: sexo y poder». Así comienza uno de los mensajes que un usuario anónimo ha trasladado a la cuenta @abusos_baleares.

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«Me trató como si fuese una herramienta para él […] él tenía pareja, lo que descubrí a las semanas de acostarme con él por primera vez. Durante nuestra «relación» lo acabó dejando con ella y empezando con otra chica a la vez que se acostaba conmigo. Básicamente era un cerdo aprovechando, como tantos otros, pero además en este caso, con su trato degradante y vejatorio en terreno íntimo. Te acaba destruyendo y convirtiendo en una persona insegura y manipulada, que actúa como tal», sigue el texto de la denuncia anónima publicada en Instagram.

Otro usuario, en esta ocasión un hombre, relata cómo acompañó al presunto depredador sexual: «Conozco diferentes abusos por parte de este desgraciado, desde el psicológico a las fiestecitas de los partidos de izquierdas e incluso hacen creer a las víctimas que estaban locas. Es surrealista que sea vox populi y que políticos y medios estén ocultando. Nosotros, los hombres, tenemos que ayudar y acompañar a desmontar un sistema que maltrata sistemáticamente por el simple hecho de serlo», añade.

Otra denuncia explica que «la vida militante de … se basa en el alcohol, las reuniones de petit comité y la violencia […]. Pude intuir claramente que usaba el local de picadero. ¿Por qué no podía ir a tener sexo a su casa? Es fácil suponer que llevaba una doble vida como vemos en los relatos […]. Intuí que más de una mujer había tenido una relación mínimo tóxica o insana con él […]. Lo único que se va viendo claro es su alcoholismo, narcisismo y agresividad, sin entrar en la cuestión de la promiscuidad […]», relata.

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