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Meteorología

El Consell de Ibiza publica un mapa de heladas y altas temperaturas en la isla

Las zonas más frías de Ibiza son el Pla de Vila, el curso final del río de Santa Eulària o el llano entre Sant Rafel y Sant Antoni

Las zonas llanas son también las que registran las temperaturas más elevadas

El documento se ha generado a partir de datos recogidos entre enero de 2015 y marzo de 2021

El Consell de Ibiza ha publicado en su web institucional el mapa de heladas y altas temperaturas en la isla pitiusa, concluyendo que las zonas más frías de Ibiza son el Pla de Vila, el curso final del río de Santa Eulària o el llano entre Sant Rafel y Sant Antoni, entre otras.

Según ha informado este miércoles la institución insular en un comunicado, solicitaron al geógrafo Joan Bauzà un mapa de riesgo de heladas a partir de datos recogidos por satélites científicos con el objetivo de conocer la distribución de los fenómenos meteorológicos.

El mapa se ha generado a partir de datos recogidos entre enero de 2015 y marzo de 2021 y permite representar el riesgo de heladas de cada cuadrícula medido por el número de días anuales con temperaturas por debajo de los cero grados.

La distribución indica que las áreas más frías de la Isla son las zonas llanas y fondos de valles debido al fenómeno de la inversión térmica. Además, el aire frío más denso circula desde zonas elevadas hasta el mar siguiendo los valles, de manera que fuerza la bajada de temperaturas.

Por lo que se refiere al mapa de altas temperaturas, se registraron el número de días con temperaturas a nivel del suelo superiores a 45 grados.

Según el Consell, los mapas tienen interés agrario para mostrar los puntos donde las temperaturas pueden tener un efecto limitante para la agricultura, especialmente para nuevos agricultores que no conocen las características climáticas de la finca.

Curiosamente, las zonas con temperaturas más extremas son también las áreas agrarias por excelencia de Ibiza, con suelos profundos, de baja pendiente y gran calidad.

Además, según las previsiones relacionadas con el efecto del cambio climático, el Mediterráneo es uno de los lugares que resultarán más negativamente afectados por el mismo, con oscilaciones importantes de temperatura y menos lluvias, forzando a los agricultores a una adaptación del sistema productivo y de la gestión del agua.