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TRIBUNALES

La condenada por quemar vivo a su suegro en Ibiza se tapó con un velo para no ser cazada por las cámaras

La pirómana asegura en el juicio que se tapó el rostro por miedo a una ex pareja

Las relaciones entre los suegros, yernos y nueros nunca han sido buenas, pero en este caso en concreto ha sido llevado al extremo. Una mujer ha sido declarada culpable por matar a un anciano de 77 años, padre de su ex pareja, quemándole su casa en la localidad ibicenca de Ses Païsses, pero lo más llamativo fue su manera de hacerlo.

La acusada trató de esconderse de cualquier testigo o cualquier cámara que la pudiera grabar. Para ello, utilizó un velo para taparse el rostro y así ocultar su identidad. Como excusa, la procesada declaró en el juicio que hizo uso de esta prenda por miedo a su ex pareja.

Sin embargo, el jurado considera esta excusa totalmente contradictoria ya que en las cámaras de seguridad que captaron el recorrido de la mujer sólo se ve el velo tapándole la cara únicamente en el momento en el que salía de la vivienda.

Una vez en la vivienda de la víctima, en plena madrugada, la mujer prendió fuego al sofá y cuando se aseguró que las llamas se propagaban, se dirigió al garaje y prendió unos cojines situados junto al depósito de gasolina. Tras esto, regresó a su domicilio donde llegó a las 02.31 horas.

«Es culpable de haber causado intencionadamente la muerte de una persona vulnerable a causa de su enfermedad, utilizando una forma tendente a asegurar dicha muerte que impidió cualquier posibilidad de defensa», han recogido en el veredicto.

Además, el jurado popular también considera que el incendio en la vivienda donde vivía la víctima con su mujer fue totalmente intencionado ya que creen que la mujer tenía las llaves de la casa y además guardaba una relación muy tensa con la familia del fallecido.

Cabe recordar que la Fiscalía pide prisión permanente revisable apuntando a un móvil económico, además de cuantiosas indemnizaciones a la familia de la víctima. Por su parte, la defensa pide la absolución al asegurar que se trata de una acusación «injusta» que nace únicamente de las sospechas de una de las hijas de la víctima.

De hehco, la presunta autora de los hechos aseguró el pasado lunes que en la madrugada del incendio no se acercó al domicilio de la víctima en ningún momento, aunque reconoció que salió a pasear a las 01:15 horas.

Los hechos ocurrieron el de agosto del año 2023. La acusada, de unos 60 años de edad y de nacionalidad española, fue la encargada de cuidar durante un tiempo a un matrimonio que residía en una casa de dos pisos situada en el municipio de Sant Antoni de Portmany.

En la noche del trágico suceso, la mujer provocó presuntamente un incendio en dicha vivienda desde el garaje. Las llamas envolvieron rápidamente todo el inmueble y acabaron con la vida del anciano, de 78 años de edad. De hecho, el Ministerio Público destaca que la víctima era una persona totalmente dependiente incapaz de salir por su propio pie de la casa.

Por su parte, la mujer, que también padece problemas de movilidad debido a su avanzada edad, sí logró salir de la vivienda gracias a la eficaz ayuda de varios vecinos de la zona.