El alcalde de Palma castiga ahora al jefe de contratación que se negó a tramitar «asuntos ilegales»

El alcalde de Palma, el socialista José Hila, ha vetado al jefe de contratación que cesó por negarse a tramitar «asuntos ilegales» y deja sin efecto la convocatoria del concurso de esa plaza, ya que este ex alto cargo era el único funcionario que se había presentado con la intención de recuperarla.

Lo que ha hecho para evitar que acceda nuevamente al puesto ha sido rebajar y modificar a posteriori los requisitos para colocar a una persona afín en el cargo, que lleva vacante desde el pasado mes de diciembre, cuando Juan Carlos Sastre fue defenestrado por el concejal de Gobierno Interior de Podemos, Alberto Jarabo.

Desde entonces, el Ayuntamiento de Palma ha sacado en dos ocasiones a concurso esta plaza para que la ocupe algún funcionario en comisión de servicios y en ambos casos se ha presentado Sastre.

La primera vez, como único candidato y pese a ello el concurso fue declarado desierto. La segunda vez se topó con una aspirante rival que no cumplía los requisitos exigidos, porque no era ni licenciada en Derecho ni en Económicas, ni tenía los tres años de experiencia requeridos para ocupar el puesto de jefe de Contratación.

En lugar de resolver de la única forma posible esta convocatoria, dándole la plaza a Juan Carlos Sastre, quien la ha ocupado durante más de 15 años, la respuesta del gobierno municipal de coalición de socialistas, independentistas de Més y Podemos ha sido otra bien distinta: dejar sin resolver la convocatoria y proceder a modificar los requisitos que hasta entonces se exigían para ocupar el puesto.

Ahora también podrán optar al mismo los graduados en Administración y Dirección de Empresas, que se considera equivalente a las otras dos licenciaturas o a tener tres años de experiencia en la materia, que ya no es requisito obligatorio.

Un ‘traje a medida’ para colocar a una persona afín

Se trata de un traje a medida para un candidato determinado que han ejecutado al alimón Hila y Jarabo y habrá que ver qué resultado tiene esta forma de proceder cuando la modificación sea aprobada por la Junta de Gobierno.

Cabe recordar que tras su cese antes de las pasadas navidades, Juan Carlos Sastre remitió un comunicado de despedida a la plantilla de funcionarios municipales recordando que «nunca acepté tramitar y firmar asuntos que considero ilegales».

Detrás de su defenestración por parte del alcalde Hila y el edil Jarabo, está su negativa a aceptar las condiciones impuestas por el gobierno municipal para la contratación del nuevo concesionario del centro comercial y cultural de S’Escorxador, cuya gestión recuperó el Consistorio en esas mismas fechas navideñas.

Sastre era partidario de realizar una concesión de servicios de este recinto municipal, un contrato administrativo que permite una amplia concurrencia de empresas y de garantías para la Administración, mientras Hila y Jarabo exigían formalizar un contrato de arrendamiento privado de este recinto municipal, lo que para Sastre era ilegal.

Desde entonces, el mayor centro comercial municipal de Palma está sin contrato y todos los concesionarios sin regularizar, no pagando nada a las arcas municipales. Una situación inédita que les está reportando el 100% de los beneficios que logran por la explotación de sus negocios y sin que el concejal Alberto Jarabo haya movido un solo papel para regularizar el enésimo desaguisado que ha montado desde el área de Participación Ciudadana y Gobierno Interior.