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restricciones a la movilidad

El alcalde Hila sigue su cruzada contra el coche en el centro: nadie podrá aparcar en la plaza Quadrado

Desde el miércoles se prohibirá estacionar a los residentes que eran los únicos que podían hacerlo

Ofrece a los afectados por la peatonalización la opción de aparcar en el parking de la plaza Mayor

En octubre las restricciones se aplicarán en el barrio de San Jaime donde sólo podrán circular los residentes

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  • Indalecio Ribelles
  • Redactor de OKBaleares, información local de Palma, social y política. Antes, redactor en EL MUNDO/ Baleares durante 20 años.

El alcalde de Palma, el socialista José Hila, sigue su cruzada contra el coche y, desde el miércoles, nadie podrá aparcar en la plaza Quadrado.  El Ayuntamiento de la capital balear intensifica así su particular guerra contra los vehículos privados de residentes, y no residentes de la zona centro, que lleva ejecutando desde que en 2015 accediera al poder la coalición de gobierno de socialistas, nacionalistas de Més y populistas de Unidas Podemos. 

Ni las quejas vecinales, ni de las asociaciones de comerciantes que se sienten perjudicados por estas medidas adoptadas sin consenso alguno, hacen retroceder al primer edil, que sigue aplicando una férrea política de restricciones a la movilidad en el amplio extenso de la capital balear. 

Un espacio donde, básicamente, sólo los residentes pueden circular aunque con restricciones y, por ahora, aparcar. Pero en la plaza Quadrado, ni eso, al suprimirse las preciadas plazas de aparcamiento hasta ahora existentes.

Una medida que entrará en vigor una vez que el próximo miércoles arranquen las obras de rediseño de este espacio colindante con el convento y basílica de Sant Francesc para transformar esta plaza en un espacio para peatonesSe trata de una medida incluida en el denominado plan municipal Palma Camina puesto en marcha por el área de Movilidad.  En la plaza Quadrado, en concreto, se prohibirá la circulación por el vial sureste, restringiendo la circulación hacia la calle de Morer quedando para uso exclusivo de los titulares de vados. 

Los 2.500 metros cuadrados destinados a aparcamiento en superficie servirán para ampliar la zona peatonal de la plaza, medida que el Consistorio ha notificado a los titulares de los vehículos hoy estacionados. La alternativa que ofrece el primer edil a los vecinos por la supresión de los estacionamientos es la misma que a los residentes de otros espacios peatonalizados como calle Velázquez: adquirir bonos de estacionamiento en el aparcamiento de la plaza Mayor a 65 euros mes por el descuento inicial que se les aplicará de un 60%. 

Podrán acogerse a esta tarifa también los residentes en San Bartolomé y Santa Eulalia. La Sociedad Municipal de Aparcamientos y Proyectos (SMAP) les ofrece 60 plazas de abonos 24 horas a este precio reducido que se irán otorgando por orden de llegada y de los que ya se han consumido más de la mitad quedando 28 abonos bonificados. 

El próximo barrio donde se ampliarán las restricciones a la movilidad, en concreto, el próximo mes de octubre será en el de San JaimeAllí el tripartito municipal, con el concejal de Movilidad, el socialista Francesc Dalmau al frente, procederá a ampliar la actual zona de acceso en coche solo para residentes hasta la calle Bonaire. Afectará a gran parte del callejero de la zona caso de las calles Santa Maria del Sepulcro, Jaume Duran, Hugo de Ribesaltes, Aragonès, Joan de Cremona, Jaume de Santacília, Berenguer de Sant Joan, Carladès, Omeladès o Conflent,

Sólo podrán circular vecinos y, puntualmente,  los distribuidores que verán ampliadas las zonas de carga y descarga. Pese al rechazo generalizado que la medida ha provocado entre vecinos y comerciantes de la zona que ven peligrar sus negocios y han presentado alegaciones en contra, éstas no han surtido efecto alguno, y Dalmau mantiene que en octubre será una realidad.