Andalucía
Ceuta

Multa de 150 € a un guineano del CETI de Ceuta por intentar asaltar una casa y enfrentarse a la Policía

Se suspende la pena de prisión por carecer de antecedentes

Un juzgado ha condenado a un inmigrante guineano del CETI de Ceuta que intentó asaltar una vivienda de la ciudad autónoma y se enfrentó a varios agentes de la Policía Nacional a seis meses de prisión y 150 euros de multa, si bien la pena de cárcel queda suspendida por carecer de antecedentes.

Los hechos juzgados ocurrieron el 9 de marzo en un domicilio unifamiliar situado en la carretera N-354, que transcurre en paralelo a la playa de Calamocarro. El acusado se dirigió al lugar «con la intención de causar daños», según el fallo, y rompió varios elementos de la fachada (un buzón y una lámpara de pared). Al estar valorados en menos de 400 euros, se le imputó un delito leve de daños.

La situación se complicó cuando acudieron al lugar cuatro agentes de la Policía Nacional. Al pedirle que cesara en su actitud, el residente del CETI reaccionó con violencia y, lejos de obedecer las órdenes, atacó a los policías con el mismo aplique de pared que había arrancado previamente.

Según recoge el Faro de Ceuta, que ha adelantado la sentencia, el guineano llevaba puesto un pasamontañas para ocultar su rostro y evitar su identificación, lo que evidencia una conducta premeditada.

Durante la intervención policial, el acusado se mostró muy agresivo y opuso una fuerte resistencia a su detención. En el transcurso del forcejeo, llegó a derribar al suelo a varios agentes, que se vieron obligados a emplear medios proporcionados para reducirlo.

El inmigrante, que reconoció la autoría de los hechos en sala judicial, compareció acompañado por el director del CETI y una traductora. Al mostrarse conforme con las penas solicitadas por la Fiscalía, el Juzgado de lo Penal n.º 2 de Ceuta dictó sentencia de conformidad: seis meses de prisión por un delito de atentado a la autoridad y una multa de 150 euros (cinco euros diarios durante un mes) por un delito leve de daños.

Dado que el procesado no tiene antecedentes penales, la pena de cárcel queda suspendida siempre y cuando no vuelva a delinquir en los próximos dos años.

El pasado mes de marzo, otro inmigrante guineano del CETI de Ceuta fue condenado al pago de unos 2.900 euros en multas e indemnizaciones por mandar al hospital a cinco trabajadores del centro (cuatro vigilantes de seguridad y una cocinera). Tres días después fue detenido por merodear el CETI e incumplir las órdenes de alejamiento sobre las víctimas. Una semana más tarde fue trasladado a la península, a un centro andaluz de acogida a refugiados.