Andalucía
Sevilla

Macrorredada con 300 policías en las Tres Mil Viviendas tras el tiroteo con armas de guerra

Hay más de una decena de detenidos y se han intervenido armas y drogas

La operación supone el "culmen" de las investigaciones contra las organizaciones criminales instaladas en la barriada

La Policía Nacional está llevando a cabo una macrorredada en la barriada de las Tres Mil Viviendas de Sevilla tras el tiroteo con armas de guerra registrado el pasado sábado. El dispositivo ha movilizado a unos 300 agentes y se ha saldado por el momento con más de una decena de detenidos tras 16 registros domiciliarios en los que también se han intervenido armas y drogas.

Una portavoz policial ha explicado en declaraciones a los medios que esta operación supone «el culmen» de varias investigaciones desarrolladas desde «tiempo atrás» contra las organizaciones criminales que controlan la zona. Ante la «alarma» suscitada por el tiroteo, la Policía Nacional «está a pie de calle restableciendo la seguridad», ha añadido. No se descartan nuevas investigaciones ni más arrestos.

Decenas de agentes y furgones policiales, apoyados por los antidisturbios, un helicóptero, unidades caninas y de caballería, se han desplegado en la barriada para rastrear las calles y registrar viviendas en los bloques sospechosos de albergar armamento. Según informa Diario de Sevilla, la Policía ha tomado las zonas más conflictivas de las Tres Mil y ha cerrado todas las entradas y salidas del barrio.

 El Gobierno temía una «revancha»

La Delegación del Gobierno en Andalucía ya advirtió este martes de que la Policía estaba trabajando en coordinación con la Guardia Civil para evitar una «revancha» entre los clanes implicados, los Caracoleños y los Naranjeros, que intentaron ajustar cuentas y exhibir su arsenal de armas de fuego después del intento de robo de un cargamento de marihuana.

La pasada noche, sobre las 21:10 horas, un ciudadano informó al 112 de un «enfrentamiento» entre miembros de dos familias rivales en la calle Padre José Sebastián Bandarán del Polígono Sur. También alertaba de un nuevo tiroteo. Tras el despliegue policial y de los servicios sanitarios de emergencia no se reportó ninguna actuación de auxilio ni traslado hospitalario.

Tras el tiroteo del sábado, que dejó imágenes propias de una ciudad en guerra, con munición trazadora cruzando el cielo de la capital, la Policía intervino distintas armas, munición y casquillos. Una bala impactó en la ventana de un despacho del centro de Sevilla, a más de 2,5 kilómetros del lugar de los hechos.

«El propio enfrentamiento entre las organizaciones criminales hace que recurran a armamento de unas características similares a las que utilizan los militares en conflictos bélicos», apuntaba este martes el delegado del Gobierno, Pedro Fernández.

En 2013, una niña de siete años falleció alcanzada por una bala perdida en las Tres Mil Viviendas, donde en junio otro tiroteo dejó dos muertos, padre e hijo, tras una reyerta a tiros y puñaladas en la calle Victoria Domínguez Cerrato.

El comisionado del Polígono Sur, Jaime Bretón, ha apuntado a las disputas entre clanes rivales de narcotraficantes por la gestión de cultivos interiores de marihuana, que deja además continuos cortes en el suministro eléctrico de la barriada y alrededores por los enganches ilegales. «Aquí sólo tienen luz los que pagan», reconocían los vecinos en un reportaje de este periódico.

La plataforma Nosotros También Somos Sevilla, que aglutina a diferentes colectivos de la zona, recalca que el tiroteo fue una «demostración de fuerza» de los clanes que controlan el territorio, el barrio más pobre de España según datos del INE (5.816 euros de renta per cápita media).

La Junta pide una «reacción contundente»

Por su parte, la Junta de Andalucía ha remarcado este miércoles que una situación de este tipo requiere una «reacción más contundente» en materia de seguridad ciudadana, que «es competencia del Gobierno de España».

El consejero de Interior, Antonio Sanz, ha pedido al delegado del Gobierno y al Ministerio del Interior «medidas urgentes para que no se pierda el principio del imperio de la ley» y para «evitar pánico y sensación de inseguridad» entre los vecinos.

El alcalde de Sevilla confirmó este martes que, desde el tiroteo, los servicios municipales de transporte y limpieza no entran en dos puntos concretos de la barriada, que ha calificado como «muy calientes», si no es acompañados por la Policía Nacional, lo que desencadenó las críticas del sindicato Jupol, que entiende que ésa es una función de la Policía Local.

OKDIARIO Andalucía ha hablado con CSIF, principal sindicato de la Policía municipal hispalense, que desmiente tal extremo: no se niegan a entrar en las zonas más conflictivas de las Tres Mil, únicamente piden el apoyo de la Unidad de Intervención Policial (UIP), es decir, del cuerpo de antidisturbios de la Policía Nacional. «Hemos visto el comunicado de Jupol en redes sociales. No nos gusta, pero no vamos a entrar en ese juego», ha manifestado el portavoz de CSIF en la Policía Local de Sevilla, Santi Raposo, en declaraciones a este periódico.