Los dos policías que dieron una paliza a un vecino de Linares, condenados a pagarle 75.000 euros

El Juzgado de lo Penal nº 2 de Jaén ha condenado por un delito de lesiones a los dos policías nacionales -un subinspector y un agente- que, estando fuera de servicio, dieron una paliza a un vecino de Linares (Jaén) en 2021 por una discusión en un bar.

La condena, dictada in voce en el juicio celebrado este miércoles, dicta que los dos policías deberán indemnizar a la víctima en 75.000 euros, cantidad que incluye las costas procesales, y pagar además una multa de 900 euros.

La sentencia es fruto de un acuerdo entre las partes y la Fiscalía, que incluía, entre otras cuestiones, la retirada de la acusación que los policías imputaban a la víctima, lo que a su vez ha permitido que ésta no haya estado presente en el juicio para ratificar algunos de los delitos que se les imputaban a los agentes, y que también han sido retirados.

A los acusados se les aplica las atenuantes de reparación del daño y confesión tardía, por lo que el delito de lesiones queda en seis meses de multa a razón de cinco euros al día -900 euros-. El dinero de la indemnización ya estaba depositado en la cuenta del juzgado antes de la celebración del juicio y los dos agentes se han mostrado conformes con que la citada cuantía se destine a indemnizar a la víctima por los daños y las lesiones causadas.

Los dos policías, que se han sentado en el banquillo con el rostro tapado por mascarillas, han reconocido a preguntas del Ministerio Fiscal que estando fuera de servicio iniciaron una discusión en un bar con la víctima y que le agredieron «con el ánimo de atentar contra su integridad física». No obstante, han negado que se prevalieran de su condición de agentes de la Policía Nacional y que emplearan medios o formas peligrosas para la salud de la víctima.

La Fiscalía había solicitado inicialmente penas de cuatro y cinco años de cárcel para los dos procesados, a los que consideraba autores de un delito de lesiones agravadas con las agravantes de prevalimiento del carácter público y ensañamiento.

Finalmente, el Ministerio Público ha retirado las agravantes y ha ceñido la acusación a un delito de lesiones, lo que ha permitido que el resto de partes se hayan adherido íntegramente a su calificación de los hechos y a la solicitud de penas planteadas por la Fiscalía. A ello se suma el compromiso expreso de todas las partes a no recurrir el fallo.

Una vez que la sentencia firme llegue a la Dirección General del Cuerpo Nacional de Policía se abrirá el correspondiente procedimiento de régimen disciplinario que determinará el futuro inmediato de los dos agentes dentro del Cuerpo. Entretanto, permanecen retirados del servicio.

La agresión

Los hechos tuvieron lugar en la tarde del 12 de febrero de 2021, cuando los dos acusados se encontraban fuera de servicio en un bar de copas de Linares. Según ha relatado la Fiscalía, el origen de la agresión fue un choque «fortuito» de codos entre uno de los policías, que entraba al pub, y la víctima, que salía.

La paliza quedó grabada con los teléfonos móviles de varios testigos: «Le estuvieron golpeando en la cabeza estando reducido e inmovilizado durante más de dos minutos y una vez cesaron los golpes, los acusados le metieron con la placa de policía en la cara diciéndole ‘tú no sabes con quién te hasta metido, somos policías’», señalaba la Fiscalía en su escrito inicial.

En el momento de la paliza, la víctima estaba acompañada de su hija, de 14 años. La menor intentó frenar la agresión, pero uno de los acusados la empujó y, «no conforme con ello, le propinó dos puñetazos en la cara». La chica ha precisado tratamiento psicológico por estos hechos.

En las imágenes de la pelea difundidas en redes sociales se ve cómo los dos policías propinan puñetazos y patadas a la víctima, a quien continúan golpeando una vez cae al suelo, y entre los gritos desesperados de su hija. La agresión sólo se detuvo cuando se personó la patrulla uniformada.

Los hechos fueron condenados en su momento por la Dirección General de la Policía y dieron lugar a concentraciones que se prolongaron durante varios días. Las protestas dejaron 13 detenidos y una veintena de policías heridos por altercados en el entorno de la comisaría de Linares, además de dos personas heridas por arma de fuego. La Policía admitió posteriormente disparos por «error» durante los disturbios.

Los dos agentes fueron arrestados el mismo día de los hechos y el titular del Juzgado nº 3 de Primera Instancia e Instrucción de Linares decretó un día después su ingreso en prisión provisional dado que resultaba «evidente» la actuación «desproporcionada» de los dos policías.

Los acusados permanecieron 34 días en prisión preventiva, hasta que la Sección Segunda de la Audiencia de Jaén decretó su puesta en libertad, medida que contó con la oposición del Ministerio Público y del abogado de la acusación particular.