Se disparan un 3.000% las solicitudes de asilo de inmigrantes ilegales en Cádiz y Almería

• Borja Jiménez @borjajimenezd
• Responsable de OKDIARIO Andalucía.
• • 10/08/2022 06:45
  • Actualizado: 10/08/2022 06:45

La provincia de Cádiz ha pasado de recibir 57 peticiones de asilo por parte de inmigrantes ilegales en 2010 a 721 en 2020, último año del que el Ministerio de Interior ha presentado datos. Por su parte, la situación en Almería es aún más preocupante, toda vez que ha pasado de gestionar tres únicas peticiones de asilo en todo el año 2010 a las más de 1.130 que recibieron en 2020. Así, entre Almería y Cádiz han pasado, en sólo 10 años, de recibir un total de 60 peticiones de asilo anuales a más de 1.800, lo que supone un aumento de más del 3.000%. Desde el sindicato policial Jupol consideran que todo obedece a una «estrategia de las mafias».

Cádiz

Según el informe del Ministerio de Interior de peticiones de asilo del año 2010 (consultar aquí) y el del año 2020 (consultar aquí), la provincia gaditana ha pasado de tener que gestionar 57 únicas peticiones de asilo durante todo el año 2010 a las 721 actuales. Además, llama la atención que, tal y como vemos en el cuadro que hay bajo estas líneas (extraído del informe del Ministerio de Interior), los inmigrantes que más refugio solicitaban en Cádiz hace 12 años eran originarios de Argelia, con 19 en todo el año.

Según las últimas cifras del Ministerio controlado por Fernando Grande-Marlaska, las que pueden ver en el cuadro adjunto bajo este texto, los ciudadanos argelinos apenas hicieron en 2020 12 peticiones de asilo, frente a las 178 de ciudadanos de Venezuela, las 164 de ciudadanos de Colombia o las 116 de Marruecos.

Peticiones de asilo en Cádiz en el año 2020.

Almería

En Almería la situación se ha agravado todavía mucho más, toda vez que su Comandancia de Extranjería ha pasado de recibir tres únicas solicitudes de asilo en el año 2010 a las 1.131 del 2020. Hace 12 años, únicamente tres personas solicitaron refugio en toda la provincia, una de Costa de Marfil, otra de Togo y otra del Chad.

En 2020, la situación ya era de colapso en las oficinas de Extranjería almerienses. Con 1.131 solicitudes recibidas, en la provincia se gestionaron hasta 399 de colombianos, 212 de venezolanos y hasta 146 de ciudadanos de Mali. Además, también destacan las solicitudes originarias de personas de Perú (84), Ecuador (38) o Nicaragua (35).

«Estrategia de las mafias»

Pablo Pérez, portavoz de Jupol, ha explicado a OKDIARIO Andalucía que este «aumento exponencial» de las solicitudes de asilo considera que puede ser «una estrategia más de las mafias de trata de seres humanos buscando saturar la administración española con la intención de alargar el tiempo de respuesta ante la solicitud».

Bajo su punto de vista, los datos que saca a la luz OKDIARIO Andalucía «no hacen más que demostrar que, como se viene pidiendo desde Jupol, es necesario el aumento de plantilla especializada en extranjería y documentación; no sólo en los controles fronterizos habituales si no también en otras provincias que podrían haber visto aumentado el tráfico de migración».

Cabe recordar que en la última convocatoria para cubrir plazas en las fronteras de Algeciras ni siquiera se cubrieron, como ya señaló Jupol, ni el 50% de lo ofertado. El motivo, para el sindicato policial, es claro: «Se pretendía que el policía se desplazara por unos meses, verano, a una zona turística, sin cubrir este traslado con dietas. La consecución de vivienda en una zona de playa, con el sueldo de un policía, para tres meses, se hace prácticamente imposible».

«La Dirección General de Policía (DGP) no sólo trata como piolines a los policías sino que también muestra una absoluta despreocupación hacia la migración irregular y el trauma que atraviesan los migrantes», continúa Pérez. Por otro lado desde Jupol quieren resaltar el «gran trabajo» que, «pese a las trabas que pone la DGP y el Ministerio del Interior», realizan «día a día los policías», con un «escrupuloso cumplimiento de la Ley 12/09, que es la que regula el asilo, y con la colaboración estrecha de la policía europea de fronteras, FRONTEX».