Andalucía
Caso Fitonovo

Castaño, el asesor del PSOE de Sevilla que multiplicó por cinco su patrimonio en sólo 6 años

Domingo Enrique Castaño es el ex asesor del que fuera alcalde socialista de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín. Este asesor del PSOE de Sevilla era conocido como Quique y fue el hilo del que tiró la juez Mercedes Alaya para sacar a la luz la corrupción socialista mientras Monteseirín estuvo al frente del consistorio sevillano (1999-2011). La magistrada no vio normal el fugaz enriquecimiento de Castaño, quien, pese a ser un simple asesor del grupo municipal socialista pasó en sólo seis años de tener 200.000 euros a acumular más de un millón en el último año de Monteseirín como alcalde de Sevilla.

El enriquecimiento de este tal Quique hizo que Alaya se pusiera a investigar. No era normal que Castaño pasara de tener aquellos 200.000 euros al millón de euros ni que pasara en sólo seis años de ostentar un piso normal a una casa en el centro de Sevilla, un chalet en la urbanización de lujo Hato Verde y hasta dos plazas de garaje.

Además, entre el patrimonio investigado a Castaño se encontró un Audi 4 Avant, que terminó siendo un regalo de los responsables de la empresa Fitonovo para lograr más adjudicaciones por parte del Ayuntamiento socialista de Sevilla.

El conseguidor admite los hechos

Tanto Domingo Enrique Castaño como otros nueve acusados, muy ligados o directamente del PSOE, han alcanzado un acuerdo con la Fiscalía en el que admiten todas las acusaciones en la pieza de Fitonovo, que investiga los pagos y sobornos de esta empresa a varios políticos y funcionarios del consistorio hispalense gobernado por Monteseirín.

Así, este acuerdo supone que los diez acusados admiten, como ya hizo la cúpula de Fitonovo, que cobraron dinero y regalos como soborno para la adjudicación de contratos a esta empresa. Además, la Fiscalía señala que este asesor socialista conocido como Quique consiguió, junto a otro concejal del PSOE, que Fitonovo, «a cambio de las adjudicaciones ilícitas y un permanente trato de favor hacia la empresa», diera regalos como coches o teléfonos móviles.

La UCO

La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil detuvo en julio de 2013 tanto a Domingo Enrique Castaño como a su esposa, la abogada Ana María Vaquero Salguero. Ambos descansaban en su residencia de lujo en la urbanización Hato Verde de Guillena.

Aquel 9 de julio la Guardia Civil practicó hasta cinco registros, tanto en domicilios particulares como en empresas, como por ejemplo en el bufete en el que trabajaba la esposa de Castaño. En todas estas operaciones, los agentes incautaron documentación y distintos soportes informáticos. Además, en los inmuebles de Castaño se intervinieron casi 7.000 euros en metálico.

Alaya había ordenado investigar a Castaño un año antes, en julio de 2012, debido a su «enriquecimiento sospechoso». Además, ya se habían detectado importantes sumas en sus cuentas que procedían de empresas que habían logrado contratos por parte del Ayuntamiento socialista de Sevilla, lugar en el que Castaño trabajaba como asesor del alcalde, el socialista Monteseirín.

La Guardia Civil ya atribuía entonces a Domingo Enrique Castaño hasta cinco delitos: cohecho, prevaricación, blanqueo de capitales, maquinación para alterar el precio de las cosas y fraude y exacciones ilegales. La defensa de Castaño negaba cualquier tipo de «enriquecimiento sospechoso», pese a que el informe de la UCO ya señalaba que, entre 2006 y 2012, el matrimonio había comprado dos inmuebles -un chalé de Hato Verde y una casa en la calle González Cuadrado- y dos plazas de aparcamiento, en las calles San Blas y Virgen Dolorosa.

Pese a todo esto, según consta en el pacto que Domingo Enrique Castaño ha suscrito con la Fiscalía de la Audiencia Nacional, al tratarse de una pena inferior a los dos años de cárcel, permitirá suspender la ejecución de la misma, con lo que este socialista eludirá la cárcel.