El homenaje al detenido

Así homenajeó el PSOE de Montero hace sólo un mes al socialista detenido por desnudarse frente a niños

Cruz ejercía como concejal-delegado de Juventud, LGTBI+, Deportes, Salud y Bienestar Animal

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Borja Jiménez

El ya ex concejal del PSOE en Chiclana (Cádiz), José Alberto Cruz, se ha convertido en el epicentro de un escándalo que ha sacudido al partido y al municipio tras ser detenido por la Policía Nacional por presuntos actos de exhibicionismo ante menores, una acusación que contrasta de manera abrumadora con el reciente homenaje público que el PSOE andaluz (PSOE-A), bajo la dirección de María Jesús Montero, le brindó hace menos de un mes.

La detención se produjo tras una denuncia del padre de un menor, quien afirmó que Cruz se paseaba desnudo en los vestuarios de al menos tres gimnasios de Jerez de la Frontera, frecuentados por niños, entre las 17:00 y las 20:00 horas, cuando los menores realizaban actividades deportivas como natación. Este comportamiento, descrito como habitual y persistente, habría incluido recorridos entre los gimnasios para permanecer desnudo frente a los menores durante tres o cuatro horas, lo que llevó a uno de los centros a retirarle el carné de socio tras descubrirlo tras cuatro horas en un vestuario.

Tal y como se observa en el vídeo adjunto al artículo, José Alberto Cruz fue uno de los protagonistas estelares del congreso del PSOE andaluz celebrado el 23 de febrero de 2025, que designó a María Jesús Montero como nueva secretaria general del PSOE-A. En ese momento, Cruz fue presentado por megafonía con un tono triunfal: «Desde Chiclana, Cádiz, José Alberto Cruz, activista LGTBI y Comunicador». Entró al escenario portando una gran bandera de Andalucía, recibiendo una ovación de los asistentes, un momento que el partido celebró como un símbolo de compromiso político y social, especialmente en temas de igualdad y derechos LGTBI.

Este homenaje, sin embargo, ahora resuena como un eco embarazoso, dado que apenas tres semanas después, el mismo Cruz fue arrestado por acusaciones que lo vinculan con un comportamiento que pone en riesgo a menores, contradiciendo radicalmente los valores de protección y progresismo que el PSOE, y en particular la figura de Montero, asegura defender, en un contexto marcado por la polémica ley del sólo sí es sí, que dividió al feminismo y a la izquierda por sus implicaciones legales.

La investigación, según Mira Jerez, comenzó hace dos semanas, cuando la Policía Nacional recibió la denuncia del padre del menor. Tras 52 horas bajo arresto, Cruz fue puesto en libertad con medidas cautelares, incluyendo una orden de alejamiento de los tres gimnasios implicados, mientras espera juicio. El concejal, que inicialmente ocultó su detención al Ayuntamiento alegando una enfermedad, admitió posteriormente el arresto, aunque negó los hechos, según el mismo medio. La noticia ha caído «como un terremoto» en el consistorio de Chiclana, donde Cruz ejercía como concejal-delegado de Juventud, LGTBI+, Deportes, Salud y Bienestar Animal, áreas que ahora parecen una burla cruel ante las acusaciones en su contra.

El domingo, el Ayuntamiento, gobernado por el PSOE, reaccionó celebrando una reunión con la secretaria general del PSOE local, Cándida Verdier, y cesó a Cruz de todas sus responsabilidades. Cruz solicitó su renuncia al acta de concejal, pidió su suspensión cautelar como militante y rescindió su contrato laboral como concejal liberado. En un comunicado, el Consistorio subrayó que, «ante la gravedad de la información» conocida a través de los medios, adoptó estas medidas como «la única respuesta inmediata posible», respetando la presunción de inocencia, pero mostrando una postura firme para mitigar el daño reputacional.

Sin embargo, la sombra de la ovación en el congreso del 23 de febrero persiste, proyectando una imagen de incoherencia en el PSOE de Montero, cuya dirección parece haber ensalzado a un hombre que, según las acusaciones, habría comprometido la seguridad de menores, un hecho que contrasta con el discurso de igualdad y protección infantil que el partido promueve.

Este escándalo no solo expone una crisis en el PSOE de Chiclana y Andalucía, sino que también amplifica las críticas hacia la dirección de Montero, cuestionada por su capacidad para supervisar a sus representantes y por las contradicciones entre el discurso progresista del partido y las acciones de algunos de sus miembros. La ovación y el homenaje en el congreso, ahora vistos bajo una luz muy diferente, se transforman en un recordatorio incómodo de cómo el PSOE, en su afán por proyectar modernidad, puede haber pasado por alto conductas incompatibles con los valores que dice defender, dejando, una vez más, una mancha difícil de borrar en su imagen pública y en su narrativa feminista y de protección infantil.

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