Andalucía
Incendio en la Mezquita-Catedral de Córdoba

El alcalde de Córdoba, tras el incendio en la Mezquita-Catedral: «Habrá daños, pero no será una catástrofe»

El templo ha reabierto este sábado sus puertas a las visitas con relativa normalidad

Tras el incendio declarado este viernes en la Mezquita-Catedral de Córdoba, el alcalde de la ciudad, José María Bellido, ha trasladado un mensaje de «tranquilidad y calma» y ha apuntado que habrá «daños» en el templo, pero «no será una catástrofe». La Mezquita-Catedral ha reabierto este sábado sus puertas a las visitas con relativa normalidad, si bien hay restricciones de paso en la zona afectada por las llamas.

El fuego se desató al parecer por un fallo eléctrico en la batería de una barredora mecánica y se extendió rápidamente por una capilla lateral utilizada como almacén, propagándose hasta las cubiertas del templo.

«Dentro de lo terrible, la actuación del equipo de bomberos ha sido muy eficiente», ha manifestado Bellido en declaraciones a RTVE. Los periódicos planes de simulacro en el templo han facilitado que los equipos de emergencia se encuentren «familiarizados» con la Mezquita-Catedral, ha remarcado.

Uno de los bomberos que participó en las labores de extinción tuvo que ser evacuado del lugar tras sufrir un golpe de calor, según ha apuntado el regidor.

Por su parte, el portavoz del Cabildo Catedralicio, José Juan Jiménez, ha confirmado a Efe que la apertura en la mañana de este sábado se ha efectuado con normalidad, tanto para las visitas diurnas al monumento como para las subidas a la torre del Campanario.

El servicio de mantenimiento del edificio, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1984, ha trabajado en la limpieza durante la madrugada para poder reabrir sus puertas en horario habitual.

Los visitantes podrán visitar la Mezquita-Catedral excepto la zona afectada por el incendio, que se encuentra acotada, y donde los efectivos del Servicio de Extinción del Ayuntamiento de Córdoba han trabajado durante toda la noche realizando labores de vigilancia.

Este incendio es el tercero que sufre la Mezquita-Catedral de Córdoba en su milenaria historia: el primero fue en 1910, provocado por una descarga eléctrica sobre el cimborrio del crucero del templo, y el segundo en 2001, tras la explosión de dos aerosoles por el efecto lupa del sol. Aquel fuego destruyó unos 25 legajos de los más de 5.000 almacenados en las dependencias del archivo.