Qatar rechaza injerencias en su política exterior: «Podemos aguantar eternamente el bloqueo»
Qatar rechaza cualquier intervención en su política exterior, ha declarado este jueves su ministro de Relaciones Exteriores, cuyo país se encuentra en plena crisis con Arabia Saudí y sus aliados del Golfo, que lo acusan de «terrorismo». Según Mohamed Bin Abderrahman Al Thani, Qatar puede aguantar «eternamente», a pesar del bloqueo impuesto por Riad y sus aliados.
«Nadie tiene el derecho de intervenir en nuestra política exterior», ha declarado Al Thani en una entrevista con la AFP en Doha. Al mismo tiempo, el ministro ha excluido que la situación actual degenere. «Una solución militar no es una opción», añadió.
En esta entrevista, el jefe de la diplomacia qatarí también afirmó que su país «respeta» sus compromisos internacionales y no suspenderá sus entregas de gas a Emiratos Árabes Unidos, uno de los tres países del Golfo que rompió las relaciones con Doha.
La crisis estalló el lunes, cuando Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Baréin y Egipto rompieron de golpe sus relaciones diplomáticas con Doha, acusándolo de «apoyar el terrorismo». Estos países impusieron restricciones aéreas y cerraron sus fronteras terrestres y marítimas con el pequeño emirato.
Exigencias de sus vecinos
Los saudíes y sus aliados consideran que tiene que ser Qatar el que «cambie de política» y siga la misma línea que sus vecinos respecto a los movimientos islamistas radicales y a sus relaciones con Irán, el gran rival chií del reino saudí, mayoritariamente de confesión suní.
Por su parte Emiratos Árabes Unidos, el país más crítico con Qatar, mantiene una presión extrema calificando a las autoridades de Doha de «campeonas del extremismo y del terrorismo en la región».
El ministro de Exteriores emiratí, Anwar Gargash, puso varias condiciones para atajar la crisis, como que Qatar ponga fin a los programas «extremistas» de su cadena de televisión Al Yazira y tome medidas contra los miembros de los Hermanos Musulmanes refugiados en Doha.
Según un alto responsable de la región consultado por la AFP, la crisis se explica ante todo por la «influencia» que el antiguo emir qatarí Hamad Bin Jalifa Al Thani, de 65 años, ejerce sobre su hijo, el jeque Tamim, de 37 años, que llegó al poder en 2013 tras la abdicación de su padre.
El jeque Hamad logró poner a Qatar en el mapa local e internacional impulsando su papel de mediador en varias crisis y poniéndose en primera línea de las revueltas árabes de 2011.
«Resolver diferencias»
Estados Unidos, Francia y Kuwait intensificaron los esfuerzos diplomáticos en las últimas horas para contener esta crisis sin precedentes. El presidente estadounidense, Donald Trump, que en un primer momento apoyó la decisión de aislar a Qatar, ofrece ahora su ayuda para salir de la crisis.
En una entrevista telefónica con el jeque Tamim, Trump «propuso ayudar a las partes a resolver sus diferencias, incluso con una reunión en la Casa Blanca si fuera necesario».
Por su parte, el presidente francés Emmanuel Macron se entrevistó con el emir de Qatar, el presidente iraní Hasan Rohani y el rey Salman de Arabia Saudí e invitó a todas las partes a seguir dialogando.
El Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), creado en 1981, reúne a las monarquías petroleras suníes que controlan un tercio de las reservas mundiales de crudo. El CCG incluye a Arabia Saudí, Bahréin, Catar, Emiratos Árabes Unidos así como a Kuwait y Omán, dos países que decidieron no romper relaciones con Catar.
El miércoles el emir de Kuwait, el jeque Sabah Al Ahmad Al Sabah, viajó a Qatar tras haberse entrevistado con el rey saudí en un intento de mediación. Sin embargo, según el ministro emiratí, Anwar Gargash, todavía no existen las condiciones necesarias para una mediación.
«Las condiciones tienen que empezar con una declaración, con la voluntad de Qatar», dijo a la AFP.
Pero Doha rechaza todas las acusaciones y asegura que la crisis es la consecuencia de las falsas declaraciones de su emir sobre Irán y los Hermanos Musulmanes, publicadas por la agencia de noticias que, según las autoridades, fue pirateada.
El jueves, después de que lo hiciera Emiratos Árabes Unidos, Bahréin prohibió a los medios y a los usuarios de las redes sociales expresar su «simpatía por Qatar», lo que podría ser castigado con penas de cárcel.