“Las empresas han estado calladas en Cataluña a cambio de contratos y subvenciones”
El sector privado que desarrolla su labor en Cataluña ha asistido en silencio al crecimiento del independentismo y el auge de formaciones de extrema izquierda que, como las CUP, pretenden acabar con la libertad de mercado. Sólo cuando se ha constatado que la apuesta secesionista era una realidad, han salido a criticar públicamente la deriva soberanista a Artur Mas y sus socios. Salvo algunas excepciones, como la asociación de Empresarios de Cataluña, nadie alzó la voz hasta que vio peligrar su negocio.
Según ha explicado a Okdiario el vicepresidente de Empresarios de Cataluña, Carlos Rivadulla, “casi todos los empresarios han estado callados por los intereses económicos que estaban en juego, no se puede olvidar que la Generalitat, los ayuntamientos y las diputaciones conceden y quitan licencias, contratos y subvenciones”.
Además, el miedo a las represalias en forma de inspecciones y sanciones han servido a los gobiernos nacionalistas para mantener al sector privado atado durante años. “Nadie quiere un enemigo extra gratuito” que añada más dificultades al desarrollo de la actividad privada que, en Cataluña, es asfixiante, explica el vicepresidente de la asociación.
Otro factor que explica esta tardanza en dar la cara de la mayoría de los empresarios es la confirmación de que los más radicales anticapitalistas pueden tener la llave del gobierno de la Generalitat. Según indica Rivadulla “todos han salido a la palestra cuando han visto que el tema es serio y que todo puede depender de la CUP”, organización que plantea un modelo económico de corte soviético.
La máxima preocupación que tienen ahora los empresarios es la inestabilidad que se genera hasta que se pueda configurar el gobierno catalán. “Nos han llamado hedge funds internacionales para expresarnos su preocupación por la incertidumbre que se genera”, indica Rivadulla, “y las empresas internacionales que estudian implantarse en el mediterráneo se lo están pensando mucho antes de dar el paso definitivo”.
“Nadie va a poner un euro hasta que se reduzca la incertidumbre”, concluye el vicepresidente de Empresarios de Cataluña.