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Las plazas de toros españolas más atractivas para visitar

Un tema tan español como el de los toros está ahora en boca de mucha gente. Se han multiplicado los detractores y la celebración de la llamada Fiesta Nacional se encuentra en entredicho. Se esté a favor o en contra (o simplemente no importe nada), en TourAffinity nos da igual, pues nos detendremos en un elemento que gustará a cualquier viajero: las plazas de toros. Y es que las hay realmente bellas, con lo que resultan todo un reclamo para el visitante.

 

Plazas de toros. Las Ventas

La plaza Monumental de Las Ventas de Madrid es la que mayor número de espectadores puede albergar en España: 23.798. Además es la tercera mayor del mundo. Su estilo es neo-mudéjar de ladrillo visto, y fue construida entre 1929 y 1931. La plaza se decoró con azulejos y se incluyeron los escudos de todas las provincias españolas.

El origen de su nombre se debe a dos motivos: monumental por ser la más grande de España, y las Ventas por el barrio en el que se encuentra. Allí es donde antiguamente había ventas situadas a los lados del camino de Aragón.

Plazas de toros. La Maestranza

La Real Maestranza de Caballería de Sevilla celebraba fiestas de toros en las plazas públicas de la ciudad. Así que decidieron construir su propia plaza de toros en 1730: de ahí la Real Maestranza. Esta plaza de toros estuvo en obras unos 120 años, y se caracteriza por formar un polígono de 30 lados desiguales.

Plazas de toros. Ronda

Esta plaza fue declarada Bien de Interés Cultural en 1993. Es una de las más antiguas de España. No en vano, fue inaugurada en 1785 aunque la portada principal no se terminara hasta 1788. El ruedo tiene un callejón formado por dos anillos de piedra. Al no contar con barrera, la tuvieron que construir más tarde y eso hizo que se redujera el diámetro a los 60 metros que tiene en la actualidad. Esta preciosidad arquitectónica tiene un tejado a dos aguas de teja árabe, así como 136 columnas que forman 68 arcos de columnas toscanas.

Plazas de toros. Valencia

De estilo neoclásico, se inauguró en 1851. Su estilo fue inspirado por el Coliseo de Roma y el anfiteatro de Nimes, en Francia. La plaza tiene forma de polígono de 48 lados, con 52 metros de diámetro en el ruedo y 17 de altura.

Plazas de toros. Barcelona

Y aunque en Barcelona se han prohibido las corridas de toros, su plaza es igualmente recomendable para el viajero. Con un estilo muy particular que casa perfectamente con el modernismo tan imperante en la ciudad, este edificio ha sido vendido y probablemente se convierta en un centro comercial (otro) y un hotel.