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El norte de España oculta una idílica playa que solo puede visitarse con la marea baja: no es Las Catedrales

La costa española cuenta con más de 8.000 kilómetros y un amplio repertorio de lugares catalogados como playa paradisíaca. Si bien muchas de estas zonas son conocidas y promocionadas durante el verano, existen otras cuya singularidad reside en su acceso limitado o su ubicación discreta. Y si tienen un rico pasado histórico, eso simboliza un interés adicional.

Uno de estos enclaves está situado en el norte del país, alejado de las costas gallegas más populares o de los acantilados cántabros más frecuentados. Se encuentra inmerso en una reserva natural, rodeado de vegetación autóctona y aves migratorias. El entorno es tan tranquilo y natural que hasta dan ganas de hacer ejercicio en la playa. Pero, cabe aclarar que únicamente se puede visitar en ciertos momentos del día: todo depende de la marea. 

¿Cuál es la playa paradisíaca en España que solo puede visitarse cuando baja la marea?

La isla de Chacharramendi, oficialmente conocida como Txatxarramendi, está situada en la desembocadura del río Oka, dentro de la ría de Gernika. Como la playa de Mundaka, también forma parte de la Reserva de la Biosfera de Urdaibai y se localiza en el municipio de Sukarrieta, en el País Vasco.

Lo que hace particular a esta isla es que, a pesar de estar muy próxima a tierra firme, solo es posible acceder a ella a pie cuando la marea está baja. El resto del tiempo, permanece completamente aislada.

Este acceso intermitente convierte a la isla en una playa paradisíaca muy singular, sin aglomeraciones ni infraestructuras turísticas invasivas. Durante los momentos de marea baja, los visitantes pueden cruzar caminando desde la playa de San Antonio.

Otra opción es utilizar una pequeña pasarela o embarcaciones privadas. Esta condición ha contribuido a su relativa tranquilidad durante las últimas décadas.

La historia detrás de Chacharramendi y qué es lo que se puede ver allí

Chacharramendi cuenta con una superficie de 2,7 hectáreas y tuvo una importancia destacada desde tiempos antiguos. En la parte sur se han encontrado restos arqueológicos de un puerto de cabotaje de época romana.

En el siglo XIX, la familia Gandarias adquirió la isla e impulsó allí un proyecto turístico que incluyó un hotel balneario con más de 60 habitaciones.

Este establecimiento operó entre 1896 y 1947, y atrajo a personajes relevantes de la vida política y cultural del país, como Sabino Arana, Indalecio Prieto o la actriz Ava Gardner. Durante ese tiempo, se construyó un puente que conectaba la isla con la estación de tren de Amorebieta-Bermeo, lo que facilitó el acceso directo para veraneantes.

A partir de los años 60, la isla fue vendida a la Diputación del País Vasco. Hoy en día alberga un centro de investigación marina (AZTI), un jardín botánico y espacios públicos protegidos.

El encinar cantábrico que ocupa gran parte de la isla es uno de los más longevos de la zona, con ejemplares destacados de encinas y madroños.

Observación de aves y riqueza natural de esta playa paradisíaca

La posición geográfica de la isla, en plena rasa mareal, la convierte en un punto privilegiado para la observación de aves. Entre las especies que se pueden avistar con regularidad se encuentran el martín pescador, la garceta común, la garza real y el cormorán grande.

En el interior del encinar, también es posible escuchar o ver aves como el petirrojo, el pinzón vulgar, el herrerillo común y algunas especies de currucas.

Por otra parte, en el año 2000 se acondicionó un parque botánico con más de 25 especies vegetales autóctonas. Entre ellas destacan el laurel, el madroño, el labioérnago y el aladierna.

Los senderos interpretativos permiten recorrer la isla y conocer su biodiversidad mediante paneles informativos y placas identificativas. La zona también cuenta con un pequeño embarcadero y varios puntos panorámicos con vistas a la ría y al monte.

Cómo llegar a la isla de Chacharramendi

Desde Bilbao, la ruta más directa implica tomar la autopista A-8 hasta la salida de Amorebieta-Etxano. Desde allí, se sigue por la carretera BI-635 hasta Gernika-Lumo, y después se toma la BI-2235 en dirección a Sukarrieta.

Tal como se mencionó previamente, la playa de San Antonio se encuentra a poca distancia, y desde ese punto es posible cruzar a pie durante la bajamar. Otra alternativa es el acceso mediante pasarela o pequeñas embarcaciones.