El primer faro-hotel de España abre sus puertas en Asturias

El faro, ese lugar solitario en el que pueden apreciarse las mejores vistas del mar. La inmensidad, la belleza y la dureza del océano se funden para conceder al espectador una imagen que nunca olvidarán. Hace poco hablábamos del faro-hotel de Noruega, pues bien, parece que desde Asturias han leído nuestro artículo porque acaban de inaugurar el primer faro-hotel de nuestro país.

Una reconversión audaz

Asturias es una región conocida por el mar y la naturaleza, una tierra en la que la mayoría de sus habitantes vive de sus recursos y donde poder disfrutar de algunas de las vistas más espectaculares de España. Sabiendo todo esto… ¿por qué no aprovechar un faro abandonado y reconvertirlo en un vistoso hotel? Pues esto es precisamente es lo que han querido mostrar con el faro de Isla Pancha ubicado en la localidad de Ribadeo.

Tras tres meses de arduas obras en las que había muchas cosas por restaurar la edificación asturiana, el pasado fin de semana decidió abrir sus puertas con enorme éxito, ya que las reservas de verano se agotaron en unos pocos minutos. La peculiar ubicación y la tranquilidad que aporta un lugar tan encantador se enmarcan como un exitoso tándem con el que complacer a todo tipo de clientes. Un lugar único en España que parece funcionar como modelo de negocio.

El faro más hospitalario

Este tipo de construcciones se caracteriza por una arquitectura sencilla alejada y alejada de los lujos. Pero después de la restructuración y posterior obra, parece ser que este faro tiene un aspecto similar a un moderno apartamento. Dividido en dos habitáculos turísticos, el faro de Isla Plancha cuenta con dos habitaciones con capacidad para cuatro personas. Un alojamiento rural que ronda los 150 euros pero que en temporada veraniega seguramente aumente su valor hasta los 300 euros.

Con esta novedosa reconversión se demuestra que todo edificio abandonado puede tener un segundo uso e incluso convertirse en uno de los lugares más populares de nuestro país. Los faros nunca han estado tan transitados y seguramente que a partir de ahora lo estarán mucho más.