Casi nadie lo conoce pero éste búnker de la Guerra Civil está al lado de Madrid y se puede visitar por dentro
Una fortaleza que se encuentra a menos de 1 hora de Madrid
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Puede que creas que lo has visto todo con respecto a pueblos, rincones bonitos que visitar o lugares sorprendentes cerca de Madrid, pero ¿conoces el búnker de la Guerra Civil que está a menos de una hora de la capital? No suele aparecer en las guías de escapadas, ni mucho menos en los planes habituales de fin de semana, pero descubrirlo merece la pena y te va a gustar.
Así, entre colinas y caminos tranquilos, se encuentra esta fortificación levantada en los años treinta y que todavía se puede recorrer por dentro. Un refugio de hormigón que ha llegado casi intacto hasta hoy y que forma parte de nuestra historia. El Blockhaus-13, que es como se llama este búnker de la Guerra Civil se encuentra en Colmenar de Arroyo, un pueblo de poco más de 2.000 habitantes que también merece la pena visitar. Pero si sólo vas a visitar el búnker debes saber que puedes entrar completamente gratis, ya que su visita está incluida en el Plan de Yacimientos Visitables de la Comunidad de Madrid y, desde 2019, figura como Bien de Interés Cultural. Caminar por su interior ayuda a entender cómo estaba pensada esta fortaleza de defensa total, capaz de responder a ataques desde cualquier ángulo y diseñada para resistir como si fuera un pequeño castillo moderno.
El búnker de la Guerra Civil que puedes visitar en Madrid
El Blockhaus-13 no es un simple vestigio, y eso se nota nada más verlo. Inspirado en los modelos de fortificación de la Primera Guerra Mundial, se levantó con forma circular y parcialmente enterrada en el terreno. En el centro, un núcleo de unos diez metros de diámetro; alrededor, cuatro nidos de tiro conectados que permitían vigilar en todas las direcciones. En total, unos 160 metros cuadrados que hoy se recorren en pocos minutos, pero que en su día estaban concebidos para aguantar un asedio prolongado.
En realidad, el plan original era mucho más ambicioso: levantar hasta 23 fortificaciones similares en torno a Brunete, un frente especialmente castigado por la guerra. Sin embargo, solo llegó a completarse este. Y quizá por eso, el de Colmenar de Arroyo se ha convertido en una pieza única, un ejemplo casi exclusivo de arquitectura militar en la Comunidad de Madrid.
La batalla de Brunete, el contexto de su construcción
El motivo de su existencia hay que buscarlo en el verano de 1937, cuando la batalla de Brunete convirtió esta parte de la Sierra Oeste en un escenario decisivo. Tras la ofensiva republicana, el ejército sublevado quiso asegurar el control del territorio y lo hizo reforzando la línea defensiva con construcciones como esta.
La idea era sencilla: un diseño concéntrico que permitiera disparar en todas direcciones y resistir mejor cualquier ataque. Hoy, quien recorre el búnker puede imaginar como fue vivir aquello. Desde las troneras todavía se observa el campo abierto, y al entrar en los nidos de ametralladora resulta fácil entender cómo se vivía dentro, en turnos de guardia que debían de ser tan largos como agotadores.
Colmenar de Arroyo, un pueblo con más historia
Visitar el Blockhaus-13 no es lo único que merece la pena en Colmenar de Arroyo. Paseando por sus calles se descubren rincones que mantienen la esencia de un pueblo de origen medieval. Destaca la iglesia de la Asunción de Nuestra Señora, levantada en el siglo XVI y declarada también Bien de Interés Cultural. A su lado, la pequeña iglesia de San Vicente completa la estampa monumental.
Pero no todo son templos. Dos puentes de origen histórico sorprenden al visitante. El del Caño, construido en 1760, unía el centro con la fuente, el lavadero y el abrevadero. Y el de la Fragua, del siglo XV, fue la entrada principal desde el cordel de San Juan. Ambos están enmarcados por jardines y zonas verdes donde descansar tras la visita al búnker.
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Naturaleza y rutas en la Sierra Oeste
Quien prefiera caminar también encontrará aquí un buen plan. Desde Colmenar de Arroyo parten varias rutas de senderismo que cruzan arroyos, encinares y pequeños valles. Algunas pasan justo por el Blockhaus-13, de manera que se puede combinar la visita cultural con una excursión al aire libre.
Una de las más conocidas es la que conecta con Navalagamella, un recorrido circular de 11 kilómetros que permite disfrutar de la naturaleza y, de paso, descubrir otros restos históricos como el puente de Hoyo. En definitiva, una forma distinta de conocer esta parte de Madrid.
Cómo llegar al Blockhaus-13
Llegar es sencillo. Desde Madrid, basta con tomar la carretera M-501, y en unos 50 minutos se alcanza Colmenar de Arroyo. Desde Ávila, el viaje ronda la hora y diez minutos por la CL-505. Una vez en el pueblo, el acceso está bien indicado y no presenta complicación.
La visita es gratuita, lo que convierte al Blockhaus-13 en una excursión perfecta tanto para familias como para amantes de la historia o para quienes buscan un plan distinto cerca de la capital. No todos los días se tiene la oportunidad de recorrer un búnker real de la Guerra Civil y comprobar, paso a paso, cómo era una fortificación pensada para resistirlo todo.
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