House of Eternal Return, una exposición que te llevará a otra dimensión

Los museos están llenos de exposiciones interesantes en las que pasar una buena tarde de domingo. Arte urbano, escultura, representaciones teatrales… Existen todo tipo de eventos relacionados con la cultura en los que poder aprender al mismo tiempo que te diviertes. Por eso hoy hemos querido echar un vistazo a la House of Eternal Return, una experiencia diferente en la que inmiscuirse en un mundo de fantasía que te dejará alucinado.

Un mundo de fantasía

«Es como estar en un videojuego en la vida real». Así es como puede definirse House of Eternal Return, una exhibición en basada en el arte interactivo que se enmarca como una experiencia imperdible para los amantes de este tipo de representaciones. Una creación que viene de la mano del colectivo de artistas Meow Wolf que acabó por renovar un antigua bolera de la ciudad norteamericana de Santa Fe.

Cabe destacar la inestimable colaboración de R.R. Martin para que el proyecto siguiera adelante, ya que fue el propio creador de Juego de Tronos quien compró y donó esta ruinosa bolera da más de 20.000 metros cuadrados al colectivo Meow Wolf. Un lugar que se ha convertido en un auténtico enclave para la cultura pop en la que los paisajes coloridos y caóticos representa el factor a destacar. Sin duda, una exposición en la que te ves inmerso en un paisaje de ciencia ficción en el que merece la pena perderse.

Una exposición al estilo Dalí

Los elementos más destacados del conocido artista español pueden verse perfectamente representados en House of Eternal Return. Un laberinto de habitaciones y pasadizos secretos en los que deberás arrastrarte e incluso escalar. Todo tiene su base en el misterio de la familia Selig, y tú como buen investigador que eres, tendrás que resolver el drama que esconde esta misteriosa casa vinculada con un «experimento prohibido».

No existen normas ni caminos señalizados. El límite los pondrán la capacidad de cada visitante para ubicarse y descubrir los mayores secretos de este curioso lugar. Sin duda, una experiencia en la que se necesita ingenio, creatividad y muchas ganas de pasártelo bien.