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La 1

La siniestra propuesta de Islandia enloquece a los fans de ‘Eurovisión 2019’

Islandia, Australia, Eslovenia o Portugal, dieron aire a una primera semifinal de 'Eurovisión' plana y con propuestas bastante normalitas.

Y por fin llegó ‘Eurovisión 2019’ a Israel. A pesar de las amenazas de boicot por parte de muchos de los fans del festival, la primera semifinal se desarrolló con total normalidad y los 17 países concursantes pudieron ofrecer su show sin ninguna complicación. Al final de la noche, 10 países obtuvieron el premio de la clasificación para disputar la final el próximo sábado.

La gala comenzó con Netta, la última ganadora del festival, abriendo la noche con la canción que ganó el año pasado, «Toy». Algo cambiada, y moviéndose como si de la misma Eleni Foureira se tratase, Netta conquistó al público de su país con una buena actuación. A partir de aquí, llegaron las 17 actuaciones de los primeros semifinalistas, que se desarrollaron entre el aburrimiento y algunos destellos de países como Eslovenia, Islandia, Portugal o Australia.

Hubo cosas buenas, como las actuaciones de la joven del festival -16 años- representante de Bielorrusia, o la gran puesta en escena de Australia, con su soprano rozando el cielo del escenario de ‘Eurovisión’. Pero dos actuaciones causaron sensación entre el público. Islandia ha enviado a un grupo anticapitalista al programa más capitalista de la televisión mundial, pero saben lo que se hacen. Hatari, y su siniestra propuesta fue un respiro ante tanto pop descafeinado, y sus toques electrónicos, hardcore y góticos, se ganaron el corazón de los fans del programa. Favoritos para todo a pesar de parecer que tienen pocas ganas de estar en Israel.

La otra actuación que se quedó sin el premio de la final fue la de Portugal. Cómo ha cambiado la representación del país vecino desde Salvador Sobral, y ayer noche el público europeo no consiguió entender la propuesta de Conan Osiris. Una mezcla entre danza, tribus indígenas y electrónica minimal, que para ‘Eurovisión’ pudo ser demasiado. Los excentricos ya son los islandeses, y dos actuaciones de este tipo serían demasiado para la final.

No se quedaron atrás los eslovenos, con Zala Kralj & Gašper Šantl. Dos jóvenes que parecían obligados a subirse en el escenario, pero que, no sabemos cómo, derrocharon complicidad en el escenario con una guitarra y una base trapera.

El resto, más de lo mismo, muy de ‘Eurovisión’, muy de nuestro tiempo, y muy aburrido todo. El jueves segunda semifinal de con cuatro países favoritos para ganar este año. ¿Habrá sorpresas?