Toros
Feria de San Isidro

Talavante corta una oreja en su esperado regreso a Las Ventas mientras Juan Ortega se va de vacío

El diestro extremeño Alejandro Talavante reapareció este viernes en España, tras su retirada en octubre de 2018, para torear en la Feria de San Isidro. Un regreso desigual ante los toros de Jandilla en la Corrida de la Cultura junto a Juan Ortega.

La tarde, en la Plaza de las Ventas, la abrió Talavante ante un astado, Sembrador, al que recibió con exquisitas y precisas verónicas. La faena la comenzó en terrenos del 7, sometiendo por bajo al astado. Pero lo que se había iniciado, ciertamente bien, se le fue poniendo complicado debido al viento que dificultaba por momentos la faena. Aun así, lució un par de series de gran nivel por la derecha. Continuó al natural hasta que aguantó el animal. Remató con una gran estocada. Fue silenciado.

El segundo del mano a mano de la tarde, Lacero, fue para Juan Ortega, al que saludó con cinco verónicas realmente extraordinarias. Tras el juego de banderillas, el inicio de faena lo comenzó por doblones y que, dicho sea de paso, de muy buen gusto. El astado cada vez perdía recorrido y poco a poco se fueron desinflando sus ganas. Así, de tal manera se relajó, a pesar de los intentos de Juan Ortega de arrastrarlo a los medios, que no pudo sacarle más nervio. Mató efectivo y fue silenciado.

El tercer astado de Talavante, Follonero, resultó también bajo y con buenas hechuras. Lo saludó por medias muy ajustadas para conseguir romper su embestida. Ciertamente, metía muy bien la cara en el caballo. Tras las banderillas brindó al público celebrando su vuelta a los ruedos. Comenzó la faena en los medios al natural. El toro poco a poco iba a más y el extremeño aguanto muy bien toreándolo por muletazos muy por lo bajo. Continuó por la derecha con mucho mando y la mano muy baja, rematando al cambiar de mano. Con este limpio y notable toreo, Talavante consiguió levantar la plaza. La faena la remató finalmente por la derecha. Mató con una gran estocada. Premiado con una oreja.

Así, poco a poco llegó Manuel, el cuarto de Juan Ortega. El toro era similar en características a los anteriores. Apenas pudo lucirse con la muleta. El animal era complicado y tuvo Ortega que esforzarse de manera notable para tratar de alargar desde el principio sus embestidas. Lo toreó por ambos pitones. Era imposible ligar su faena dejando muletazos sueltos al natural pero sin llegar a conseguir sentido para su faena. Remató con una media estocada y fue silenciado de nuevo.

Tramollista, el quinto de Talavante fue un toro bastante flojo que perdía las manos. A pesar de que era escaso de fuerza y que el público protestó, no hubo cambios. El diestro se puso directamente a torear por la izquierda, a un animal que perdía las manos y apenas embestía. El toro no quería avanzar de ninguna de las formas, por lo que le fue imposible ligar cada pase. Tras varios esfuerzos, abrevió con una estocada entera. Silencio de nuevo.

El último de la tarde, Hispano, le correspondió en el mano a mano a Juan Ortega, al que apenas dejó lucirse con el capote. El animal apenas tenía fuerza y no dejó opciones a Juan Ortega. Pese a varios intentos, el sevillano por ambos pitones le fue inviable. Abrevió con una gran estocada. Silencio de nuevo.

Ficha del festejo:

Plaza de toros de Las Ventas, Madrid. Feria de San Isidro, sexta de abono. Mano a mano. No hay billetes.

Toros de Jandilla.

Alejandro Talavante, de negro y oro: estocada atravesada que asoma y dos descabellos (silencio); estocada tendida (oreja tras aviso); media estocada delantera desprendida (silencio).

Juan Ortega, de tabaco y oro: estocada tendida desprendida (silencio); media estocada desprendida (silencio); estocada delantera desprendida (silencio).