Toros

Manzanares corta 2 orejas y sale a hombros en Alicante mientras Aguado y De la Puebla se van de vacío

El diestro alicantino José María Manzanares salió hoy a hombros en el tercer festejo de la feria de Hogueras de Alicante tras cortar dos orejas, en una tarde en la que los sevillanos Pablo Aguado y Morante de la Puebla, que no tuvo su mejor día, se fueron de vacío.

La faena del triunfo llegó en el quinto, un toro de mansa condición, pero que tuvo un buen pitón izquierdo que aprovechó Manzanares para dibujar varias series de notable trazo. Labor muy comunicativa con sus paisanos, que vibraron con un fin de obra muy dominador y preñado de alardes antes de agarrar una fulminante estocada que le granjeó el doble trofeo.

Previamente, con el segundo, anduvo voluntarioso ante un animal al que no acabó de ver claro debido a la informalidad de sus embestidas. Faena de altibajos con algunas cositas de buen aire y otras más deslavazadas. Ovación con saludos desde el tercio tras una estocada al segundo envite.

Pablo Aguado dejó retazos de su elegante corte ante el toro con el que debutó en Alicante, un animal noble y bueno al que el joven sevillano toreó con su consabida verticalidad y elegancia por los dos pitones, amén de algunos remates de especial sabor. Buena faena de Aguado a la que, sin embargo, le faltó rúbrica con los aceros.

El sexto fue un inválido que apenas se prestó en la muleta de un Pablo Aguado, que, en su haber, hay que anotarle un precioso y templado saludo a la verónica. Pero en el último tercio el animal se vino abajo y el hispalense no pudo pasar apenas de las probaturas.

El paso de Morante de la Puebla por Alicante fue visto y no visto. Cierto que no tuvo lote el sevillano, pues a sus manos fueron a parar dos toros muy deslucidos, con un primero incierto y complicado y un cuarto también manso y a la defensiva; pero él tampoco quiso darse mucha coba, menos todavía con el que abrió plaza, al que montó la espada después de quitarle las moscas con dos muletazos por alto.

Con el cuarto, al que lidiaron de manera desastrosa, quiso algo más e, incluso, dejó algún detallito suelto de buen aire en el inicio de faena, mas fue un espejismo, pues tras el primer feo que le hizo el de El Pilar optó por irse a por la tizona, que manejó de manera horrible. La gente le abroncó al término de su quehacer. A ver si mañana es capaz de tornar las cañas en lanzas.

Ficha del festejo:

Cuatro toros de Álvaro Núñez y dos de El Pilar (2º y 6º), terciados, de escaso remate y cómodos de cara los titulares y algo más aparentes los «remiendos». Corrida de escaso fondo en conjunto con algunos toros inservibles como primero y cuarto; otros mansos como segundo y quinto, aunque este con un buen pitón izquierdo y un sexto inválido. El único bueno, el tercero.

Morante de la Puebla (nazareno y azabache): pitos y bronca.

José María Manzanares (azul noche y oro): ovación y dos orejas.

Pablo Aguado (verde botella y oro): ovación tras aviso y silencio.

En cuadrillas, buenas lidias de Daniel Duarte e Iván García al quinto y sexto toro, respectivamente.

La plaza registró casi tres cuartos de entrada en los tendidos.