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Facebook: Un hombre pide libertad y respeto para las gallinas

La polémica sobre las gallinas ha llegado hasta las redes sociales. La visión de estos animales ya nunca volverá a ser la misma para algunas personas.

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Tus gallinas se alimentarán de lujo con un pienso casero
Gemma Meca
  • Gemma Meca
  • Licenciada en Historia, máster en Periodismo y Comunicación Digital. Redactora en Ok Diario. Cuento historias, soy amante de los astros, sigo a la luna, los TT de Twitter y las tendencias en moda. Experta en noticias de consumo, lifestyle, recetas y Lotería de Navidad.

La polémica sobre las gallinas ha llegado hasta las redes sociales. La visión de estos animales ya nunca volverá a ser la misma para algunas personas. Muchos son los que se han unido al grito de las veganas, considerando a las gallinas unas victimas del sistema. La empatía que consiguieron las veganas con sus vídeos de apoyo a los animales es la causante de este vídeo viral. Un hombre circulando por una carretera comarcal no duda en parar su vehículo para solidarizarse con las gallinas y hacer una petición a su dueña.

Hace un parón en su recorrido para salvar a las gallinas

El hombre de estas imágenes se grava a si mismo. En pleno viaje hacia su destino decide hacer un alto en el camino. Al lado de la carretera aparece una señora mayor acompañada de sus gallinas. En muchos pueblos o lugares con espacio suficiente se sirven de las gallinas domésticas para obtener huevos y carne de calidad. Durante el día las gallinas pueden ir por las calles disfrutando de su día a día.

Para el conductor de este vehículo las gallinas, a pesar de no vivir en ninguna granja, no son libres de poder hacer lo que quieran. No duda en parar el coche y empezar a gritar: ‘Libertad para las gallinas’. Como si fuera William Wallace antes de empezar la batalla hace una pequeña declaración de intenciones que debe servir para concienciar a la mujer propietaria de las gallinas. Dichas sus palabras no espera la reacción de nadie, simplemente arranca el coche y sigue con su marcha.

La mujer que paseaba a las gallinas se sorprende de la forma en la que un hombre es capaz de pararse para decir estas palabras. No hace ningún gesto, simplemente sigue con su rutina diaria. Las gallinas seguirán paseando por el pueblo hasta el momento en que decida devolverlas a su corral, con alegado de libertad o sin él, tienen su vida.

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