Pure Air Pro: la experiencia de un patinete eléctrico premium
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Los patinetes eléctricos se han convertido en una herramienta de movilidad urbana que son de gran ayuda. Facilitan desplazamientos rápidos, no generan humos y su coste es menor al de una pequeña motocicleta. No están sujetos al pago de impuesto de circulación y puedes entrar con tu patinete al supermercado si no deseas dejarlo fuera.
Durante unas semanas he estado probando un patinete eléctrico, concretamente el Pure Air Pro. Mi experiencia queda reflejada en estas líneas, siendo totalmente sincera. Nunca había subido a uno, aunque ya puedo decir que este dispositivo me ha robado el corazón.
Pure Air Pro, un señor patinete
Lo primero que llama la atención de este patinete es su tamaño. Grande y robusto, de hecho, pesa 16,5 kg. Los tubos son sólidos y resistentes, y viene pintado en un elegante color negro. El montaje es muy sencillo, ya que sólo debes apretar 4 tornillos con una llave Allen, que viene incluida.
Una vez que lo tienes listo, destaca que su plataforma es muy ancha, mis pies caben perfectamente, y eso que calzo un 44. La consola de mandos central es sencilla, un velocímetro, selector de luz y de modo de conducción. El lugar del manillar en el que apoyas las manos está recubierto de una espuma similar al neopreno, proporcionando un gran agarre.
Las luces son potentes, de hecho, la frontal es un garante de nuestra seguridad, porque no solo ilumina correctamente, sino que permite que seamos vistos desde bien lejos. La trasera, de color rojo, también cumple su función, y unos catadióptricos naranjas completan el combo de iluminación.
Los modos de conducción
El Pure Air Pro tiene 3 modos de conducción. El rápido, en el cual se entregan sus 500 watios de potencia, el medio, que deja la velocidad máxima en unos 20 km/h y que permite un considerable ahorro de energía, o el modo lento, que está pensado para que el conductor del patinete vaya al mismo ritmo que una persona que anda. De un modo a otro se cambia mediante el único botón de la consola. La autonomía que indica el fabricante es de unos 50 kilómetros para un peso de 70 kg y conducción eficiente, pero es capaz de llevar a personas de hasta 120 kg.
La carga se realiza con un adaptador de 71 w similar al de cualquier portátil, y en unas 8 horas tendremos la carga completa. Un indicador led en la toma de corriente permanecerá en naranja durante la carga, poniéndose en verde cuando se ha llegado al 100%.
El panel de mando muestra un indicador de 5 barras en el que se muestra la energía que tiene la batería. No te alarmes si has acabado de cargarlo al máximo y al cabo de 15 minutos está en solo una barra. Indica la potencia consumida en un momento, y al cabo de unos minutos vuelve a subir. En la app móvil ves además exactamente cuanta batería te queda y los kilómetros que puedes hacer.
A la izquierda del manillar tenemos la palanca de freno, que se activa sobre la rueda delantera, y un timbre clásico. En el lado derecho, el acelerador. Para que este se active, el patinete ha de alcanzar los 5 km/h, es decir, con dos simples patadas al suelo ya las alcanzas. O bien, si vas por una calle cuesta abajo ya se activará a poco que recorras unos metros. En la parte baja del manillar encontramos un puerto de carga USB.
La luz puede activarse también desde este panel o desde la app móvil, que no es imprescindible para echar a andar el patinete, pero sí muy recomendable. La razón es simple, la app no solo mide nuestra velocidad, sino que nos permite bloquear el patinete para que no se lo lleve nadie, además de servir como cuentakilómetros, Un detalle agradable, nos dice la cantidad de CO2 que hemos evitado a la atmósfera con nuestro dispositivo. La app está disponible en Android y iOS, y puedes enlazar tu teléfono al patín mediante bluetooth.
Un punto fuerte del patinete, tiene bastantes, es que sus ruedas son de 10 pulgadas. Esta rueda grande hace que la conducción sea segura y que te permitas el lujo de hacer curvas inclinadas en las que son más abiertas, lo que te permite aprovechar la inercia y hacer una conducción más efectiva. Además, el dispositivo cuenta con protección IP65, por lo que puedes circular con él los días de lluvia son problema. El motor y la batería no sufren en este sentido.
Lo que dice la normativa española
En España, los patinetes pueden alcanzar como máximo los 25 km/h, y su circulación es exclusivamente urbana. El casco es obligatorio y bajo ningún concepto puede ir más de una persona encima. En estos días he podido ver a muchos padres con sus hijos pequeños circulando. Un seguro no es obligatorio, pero sí muy recomendable. Si circulando le das un golpe a alguien, a un coche o causas un daño, el seguro responderá por ti. Los precios no son elevados, pudiendo disfrutar de seguro de Responsabilidad Civil y robo por unos 50 euros anuales. Las únicas ciudades españolas en las que el seguro para patinetes es obligatorio son Alicante, Barcelona y Benidorm. Personalmente, considero que debiera ser obligatorio en todo el territorio. Repasa la normativa completa aquí.
Manos a la obra con el Pure Air Pro
El Pure Air Pro es un patinete grande y que ofrece mucha estabilidad. Las primeras sensaciones, tras recorrer unos metros son buenas y llega el momento de hacer un ceda el paso. Aplico el freno y me voy al suelo. Y es que el patinete frena mucho y bien, apliqué mucha presión, pero lección aprendida, hay que anticipar la frenada y llevar siempre los dedos en la maneta. Tras este bautizo no me amilano y comienzo el rodaje, he de acostumbrarme a un dispositivo nuevo para mi.
Este patinete alcanza la velocidad máxima rápidamente, en unos 7 segundos aproximadamente. Una vez que llega a los 25 km/h, se nota cómo el motor corta la potencia, porque de hecho podría seguir acelerando, pero esa limitación es a la que estamos obligados en España. La ausencia de ruido es además notable, pero si hay algo que me ha gustado de este dispositivo es su estabilidad. La tracción es trasera, por lo que al acelerar hay una sensación de empuje que, en mi caso, resulta muy agradable.
La potencia que entrega permite que pueda subir cuestas pronunciadas, bajando eso sí la velocidad punta, pero se ha enfrentado a rampas de más del 13% con bastante soltura. Se nota que el excelente trabajo de Pure Electric en cuanto a motor es excelente.
El patinete se comporta bien en todos los terrenos, incluso en aquellos en los que el asfalto está algo deteriorado. Tiene un marcado carácter urbano, pero no le hace ascos al campo, sus generosas ruedas se lo permiten.
¿Por qué comprar el Pure Air Pro?
Porque es sólido, robusto y potente. Un patinete pensado para personas que busquen una solución de movilidad que les dé seguridad y que se desenvuelva bien en ciudad. Su precio, 599 euros, está más que justificado. Además, la plataforma ancha hace que puedas ir muy cómodo, sin estrecheces. Para alguien que nunca habría conducido un patinete, el estreno no ha podido ser mejor.
El Pure Air Pro es muy versátil y tiene bastantes posibilidades. Puede plegarse fácilmente para transportarlo o guardarlo en el maletero del coche o en el trastero. Por tanto, es un producto de características premium y con una solidez fuera de toda duda. No se le puede poner ningún pero, porque da lo que promete y hace que muy rápidamente te habitúes a conducirlo.