¿Cuándo se inventó el patinete eléctrico?
El primer patinete eléctrico se llamó Autoped y fue patentado hace más de un siglo en Nueva York.
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Aunque creamos que el patinete eléctrico es algo reciente o que de hecho, proviene del patinete de dos ruedas de siempre, lo cierto es que ya hace mucho tiempo que hubieron intentos previos de motorizar los patinetes para convertirlos en el vehículo de transporte que finalmente se han convertido y que tanto se ven actualmente en muchas ciudades. Descubramos entonces cómo se inició este avance para este pequeño transporte y en qué momento o cuándo se inventó el patinete eléctrico.
Cuándo se inventó el patinete eléctrico
Los patinetes eléctricos que aceleran cada vez más en ciudades de todo el mundo por ser una solución viable (casi para todos) para mejorar la movilidad y la calidad del aire, se inventaron hace más de 100 años, en 1916. El primero se diseñó en 1913 y patentado tres años más tarde por el inventor estadounidense Arthur Hugo Cecil Gibson. Autoped Company de Long Island City, Nueva York, produjo el primer scooter motorizado para adultos entre 1915 y 1922, y el vehículo se comercializó con el mismo nombre de empresa, Autoped.
Embrague y freno
El Autoped tenía un diseño que constaba de una pequeña plataforma con neumáticos de 25 cm sobre la que ocupaba su lugar el conductor; empujando el manillar y la columna de dirección hacia delante se accionaba el embrague, mientras que tirando de ellos hacia atrás se desacoplaba el embrague y se aplicaba el freno para de esta forma, detener el vehículo.
Por supuesto, los tiempos eran prematuros para un motor eléctrico para el tipo de patinete que vendría más de un siglo después: el Autoped funcionaba con un motor de cuatro tiempos de 155 cc refrigerado por aire en la rueda delantera. La entrega de combustible, y por lo tanto la aceleración, se ajustaba con una palanca en el manillar.
Un invento demasiado caro
A pesar de ser un vehículo bastante funcional, tenía una autonomía de 53 km con un litro y alcanzaba una velocidad de 56 km/h y aunque fuera anunciado como un medio de transporte al alcance de todos los bolsillos, en realidad el Autoped costaba unos 100 dólares, lo que entre 1910 y 1920 representó una suma considerable. Además, aunque podía plegarse para ser más fácil de transportar, uno de los principales inconvenientes era su peso, 45 kg. Lo cual, por supuesto, no hizo que fuera tan fácil de manejar como los micro vehículos de dos ruedas de hoy que aunque no podamos decir que son demasiado económicos sí que han mejorado muchísimo el diseño del Autoped.