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Cómo gestionar el tiempo de pantalla en niños y adolescentes

  • Nacho Grosso
  • Cádiz (1973) Redactor y editor especializado en tecnología. Escribiendo profesionalmente desde 2017 para medios de difusión y blogs en español.

Las vacaciones suelen tener un efecto pernicioso sobre el tiempo libre de los niños y adolescentes. El recurso más fácil es que tomen el móvil o la tablet, y las horas pasen y pasen. Es preciso aprender a gestionar el tiempo de pantalla, no se trata de coartar ninguna libertad, sino de protegerlos. Estas son algunas de las medidas más eficaces para que la tecnología no se convierta en el centro de las vacaciones.

Tiempo de pantalla: más no es mejor

Partiendo de la base de que la prohibición nunca es la mejor medida, hay que promover una actitud hacia la tecnología que tenga límites muy definidos. El problema es cuando los más pequeños ven a los adultos con el móvil en la mano de manera continua, sin mirar nada importante. Debemos ser un ejemplo y cortarnos un poco ahora que vamos a pasar más tiempo con ellos. Estas son algunas de las medidas que fácilmente se pueden implementar:

Establecer horarios y situaciones de uso

Hay que definir unos horarios específicos y situaciones de uso de los dispositivos móviles. Por ejemplo, el típico rato después de la comida o en un hueco a mitad de la mañana. Por supuesto, estos dispositivos no nos acompañarán a la hora de comer ni los menores se irán solos al baño o al dormitorio con ellos.

El tiempo de uso de cualquier dispositivo móvil puede ser consensuado si el menor tiene ya una edad suficiente. Ellos siempre querrán más tiempo, pero hay que hacerles comprender que hay vida mucho más allá de la pantalla.

Uso de aplicaciones de control parental

Una ayuda es el uso de aplicaciones de control parental. Mi recomendación es la propia de Google, Family Link. Puede instalarse en cualquier tipo de dispositivo y establece un control horario a partir del cual no se podrá usar el dispositivo nada más que para emergencias, por ejemplo, llamar a los adultos responsables. Además, la aplicación permite que puedas controlar cuáles han sido las apps más utilizadas, desactivando aquellas que no son prioritarias. Por ejemplo, si una semana ha pasado tres horas al día viendo YouTube, puedes desactivar esta aplicación por un tiempo o bien, limitarla. Está disponible para descarga tanto en dispositivos Android como iOS

Crear espacios libres de pantallas

Durante las vacaciones es muy interesante crear espacios libres de pantallas. Nadie se llevará su móvil o su tablet a la mesa cuando se vaya a comer o a cenar. Tampoco cuando vamos a hacer una salida a la playa o al campo y, por supuesto, si es preciso, habrá que hacer un compromiso por escrito para todos.

Supervisar el contenido

La misión de los padres y adultos responsables es controlar los programas utilizados, las aplicaciones y echar un vistazo a sus redes sociales si las tiene. Revisar la galería de fotos también puede dar pistas sobre el contenido que están compartiendo. Y vuelvo a repetir, no se trata de una medida coercitiva, sino de supervisión. La tecnología mal utilizada puede causar muchos problemas y, además, los responsables siempre serían los padres o tutores.

Proponer planes alternativos

En muchas ocasiones, los menores acaban en la tablet o el móvil por puro aburrimiento y porque los padres no somos capaces de proponer planes alternativos. Ya que vamos a pasar más tiempo con ellos, es necesario hacer una planificación sobre el tiempo en familia, momento en el cual ellos no van a demandar ni teléfonos ni tablets. Una visita a la biblioteca, al parque, un paseo matutino por la playa, tomar el coche e ir a mirar el cielo estrellado por la noche son algunas de las cosas que alejarán a los menores de los dispositivos. El tiempo de pantalla suele aumentar durante los periodos vacacionales, por lo que hay que tomar conciencia, predicar con el ejemplo y ser conscientes de que la tecnología tiene una parte negativa que no gusta en absoluto: puede llegar a crear adicción.

Implementando estas medidas, podemos gestionar mejor el tiempo de pantalla en niños y adolescentes, asegurando que la tecnología sea una herramienta positiva y no un obstáculo en sus vidas.