A salvo los cuatro espeleólogos atrapados en una cueva de Cantabria: salieron por su propio pie
Los espeleólogos se quedaron atrapados después de que el caudal del río Ebro subiera
Los espeleólogos que permanecían atrapados en cueva Vallina (Arredondo), Cantabria, por la subida del caudal de agua, han podido abandonar la cavidad por sus propios medios esta madrugada. El Gobierno de Cantabria estableció un operativo de rescate para sacar a los cuatro atrapados, aunque, finalmente, no ha sido necesaria la intervención de ninguno de ellos.
Los espeleólogos entraron en la cueva con intención de «salir este sábado», tal como lo comunicaron al 112, pero un crecimiento de las aguas subterráneas les impidió abandonar el recinto. El servicio de emergencias 112 Cantabria junto con la Guardia Civil, que ha trasladado a la zona agentes del Grupo de Rescate e Intervención en Montaña (Greim), dijeron que los espeleólogos no corrían «peligro», ya que tenían comida para sobrevivir.
Según el Gobierno regional, los siete espeleólogos entraron en la cavidad para «realizar exploraciones y cartografías en la cueva». En el local de la Federación Cántabra de Espeleología, en Arredondo, se ha instalado un puesto de mando, en el que están Protección Civil, la Guardia Civil, la Cruz Roja, y miembros de la Unidad Militar de Emergencias.
Por otro lado, los cuatro profesionales atrapados iban acompañados de otros tres espeleólogos, que pudieron salir de la cueva antes de que se produjera la subida del agua. Finalmente la bajada del río permitió que los cuatro individuos pudieran salir ilesos.
Los tres acompañantes de los espeleólogos atrapados, una vez informaron de lo ocurrido, volvieron a acceder al interior de la cueva para comprobar que estaban en buen estado y vieron que «se encontraban bien, tenían comida y habían montado un vivac».
El servicio de emergencias 112 Cantabria junto con la Guardia Civil, que trasladó a la zona agentes del Grupo de Rescate e Intervención en Montaña (Greim), se ocuparon de ayudar a estos espeleólogos, que son profesionales en esta materia y lo que necesitaban eran unos neoprenos para cruzar el agua subterránea, aunque al final no fue necesario.
Agónico rescate en Huesca de un espeleólogo
Otra operación para rescatar de una cueva a un espeleólogo tuvo lugar en Huesca el pasado mes de agosto, cuando el Instituto Armado informó de que auxiliaron a un espeleólogo accidentado en el Pico La Sima A-60, en el término municipal de Ansó, en el Pirineo de Huesca.
Esta zona también es conocida como la Hoya del Portillo de Larra. Y tiene mucho renombre dentro del mundo de la espeleología. La intervención comenzó en la madrugada del 9 de agosto. Y el hombre, natural de Madrid, llevaba más de 24 horas atrapado en la sima. Según avanzaban algunos medios locales, sufrió una caída en un resalte de unos 9 metros a -800 metros de profundidad.
El resultado de esta caída fue una fractura del húmero izquierdo, contusiones costales y traumatismos en la cadera izquierda. Sus compañeros de expedición le ayudaron a llegar a un campamento en la base de la sima. Tras el recate, el hombre fue trasladado a un hospital en helicóptero.
Lo último en Sucesos
-
Paliza brutal a un joven maniatado durante una nueva batalla campal entre okupas de Barcelona
-
La Justicia española reconoce que el cámara Mario Biondo pudo ser asesinado
-
Alertan de los santeros y videntes que aprovechan la Feria Esotérica de Madrid para captar a víctimas
-
El falso mena que violó a una niña podrá ser condenado a 15 años de prisión al descubrirse que es adulto
-
El ‘mena’ que violó a la niña en Hortaleza tiene en realidad 23 años según las pruebas radiológicas
Últimas noticias
-
Bronca en la sala de vistas de Peinado: el abogado de Begoña Gómez exclama que «esto no debe ser política”
-
EEUU alerta de que «se avecinan grandes obstáculos» para la paz en Gaza tras el acuerdo de los rehenes
-
El enigmático anuncio de LeBron James en medio de los rumores sobre su retirada
-
Horario del España – Ucrania: dónde ver por televisión en directo y en vivo gratis los octavos del Mundial Sub-20
-
La cosecha de Ortells y sus jefes