Sucesos
MADRID

El Ayuntamiento de Madrid pasó por alto que el restaurante del incendio usó decoración prohibida

La licencia de actividad del restaurante Burro Canaglia, cuyo incendio se cobró dos vidas, prohibía expresamente cualquier decoración que incumpliera la Ordenanza de Prevención de Incendios. Esa licencia, heredada del anterior propietario, dejaba bien claro que la decoración no podía estar hecha con materiales inflamables. Los investigadores tienen claro que no se cumplió la normativa y nadie lo revisó. Fuentes del Consistorio insisten en que no tenían obligación de revisarlo: «Las obras de decoración no necesitan licencia, siempre que hay licencia hay visita de inspección».

El enredo arranca en 2021, cuando la empresa La Perla di Montello SL, relacionada con el grupo de seguridad Sasegur, se hizo con el alquiler del local que ocupaba una cervecería en el número 16 de la plaza de Manuel Becerra. Esta sociedad era franquiciada de la cadena Burro Canaglia y pretendía abrir uno de sus restaurantes.

Este nuevo Burro Canaglia, por normativa, heredaba la licencia de actividad del negocio anterior de la plaza de Manuel Becerra. Esa licencia permitía una cocina con cuatro fuegos, tampoco exigía salida de incendios al no superar un aforo de 99 personas, pero prohibía cualquier decoración que incumpliera la Ordenanza de Prevención de Incendios del Ayuntamiento de Madrid. Técnicamente, sólo podía usar en la decoración materiales del nivel M-0 (incombustible) o M-1 (combustible no inflamable).

Dos meses antes de su apertura, cuando se realizaban obras en el local, la Policía Municipal denunció al nuevo Burro Canaglia por no tener licencia de obras o Declaración de Responsabilidad. Fue en noviembre de 2021 como ya adelantó OKDIARIO, y el local alegó que no necesitaba licencia ante la poca entidad de las obras de acondicionamiento. El Ayuntamiento le dio la razón y archivó el asunto.

Una vez archivada la denuncia, el consistorio madrileño no fue a revisar la obra porque no había necesitado licencia. «Siempre que hay licencia de obras se hace visita de inspección, en este caso no era necesaria la licencia», explican desde el Ayuntamiento y añaden que «las obras de decoración no necesitan licencia».

Nadie revisó esa decoración y el restaurante del incendio abrió sus puertas tres meses después, en febrero de 2022, con la abigarrada decoración que el viernes 21 de abril convirtió el local en una trampa mortal de humo y fuego. La empresa que supuestamente se ocupó de la decoración dentro de las obras previas que no necesitaron licencia, dice que ellos sólo aportaron el proyecto y que la elección de los materiales fue responsabilidad de los propietarios del restaurante del incendio.