Sucesos

El asesino en serie de Alicante, un ex militar ruso de 26 años protegido por su madre

El asesino en serie de Alicante es un ex militar ruso, un joven de 26 años, sobreprotegido por su familia, especialmente por su madre, una conocida empresaria inmobiliaria de Alicante. Nikolay Tishkov era un chico «normal» hasta que todo se torció tras su paso por el ejército soviético. Cuando regresó a España era otro joven, alguien adicto al alcohol y a los estupefacientes, con un comportamiento ultra violento. En menos de seis meses mató a dos personas e hirió de gravedad a una tercera en España y al menos asesinó a cuchilladas a una cuarta en Moscú. Allí, pasa los días ingresado en un psiquiátrico mientras se decide sobre su petición de extradición a nuestro país.

Nikolay nació el mes de noviembre de 1995 en la localidad moscovita de Lobnia. A España llegó con poco más de 11 años junto al resto de su familia buscando el sol del Levante Español y el calor de la importante comunidad rusa asentada en la zona.

Los policías de la UDEV Central de la Policía Nacional conocen el papel relevante que jugó su madre en la vida de Nikolay. La mujer, Tatyana Tishkova, gestionaba varias empresas inmobiliarias en la zona de Torrevieja que tenían como clientes a sus numerosos compatriotas. El chico, cuentan los que saben del caso, no resaltaba por nada en especial. Sus amigos de entonces le describen como un chico «normal» hasta que viajó a Rusia para cumplir el servicio militar. Nikolay pasó dos años en el ejército soviético, pero cuando regresó a España ya no era el mismo.

A la Policía, los amigos del asesino en serie les han contado que poco a poco Nikolay se fue volviendo cada vez más extraño. Sospechaban que sufría algún problema psiquiátrico o psicológico, agravado por el consumo excesivo de alcohol y estupefacientes. Se volvió extremadamente violento, llegando a agredir a varios de sus conocidos si le llevaban la contraria, a la vez que comenzó a desarrollar una acusada manía persecutoria.

A pesar de los esfuerzos de su madre por mantener al joven Nikolay bajo control, este pensaba que sus vecinos le vigilaban y proponía a sus amigos secuestrarles para darles una paliza. Era su madre la que se ocupaba de llevarle y recogerle cuando el joven se citaba con sus amistades, salvo contadas excepciones en las que se trasladaba en bicicleta.

Esa violencia extrema y su gusto por las armas blancas no presagiaban nada bueno. En el mes de julio de 2020, cuando contaba con 24 años, daba paseos armado con un cuchillo de grandes dimensiones buscando una víctima al azar. La encontró en la calle San Pascual de Torrevieja. A las 18:50 tras confirmar que nadie miraba, se introdujo en un portal y atacó salvajemente a una mujer de 58 años que hacía tareas de limpieza. «El ataque fue sorpresivo y brutal», apuntan fuentes policiales. Después de golpearla y apuñalarla en varias ocasiones, Nikolay se detuvo en seco como si estuviera decidiendo si continuar con el ataque hasta matarla. Miró a su víctima y mientras hacía una mueca le hizo un corte en la cara con el enorme cuchillo que llevaba. Los policías que analizaron el caso están seguros de que Nikolay estaba disfrutando de la escena, hasta que varios vecinos salieron en ayuda de la víctima y el asesino huyó a la carrera siendo captado por las cámaras de seguridad de varios comercios de la zona.

La pulsión homicida de Nikolay se aceleró con el paso de los días. El siguiente fue un agricultor al que sorprendió junto a su tractor. Le mató asestándole más de una decena de puñaladas en el cuello. Lejos de sospechar que la Policía intentaba dar con su paradero, Nikolay se arriesgó a matar de nuevo, esta vez a tan solo dos kilómetros de la vivienda que ocupaba con su familia en la pedanía de La Hoya (Elche). Atacó y estranguló a una mujer de 45 años cuando paseaba a su perro.

Nikolay siempre usaba armas blancas o sus propias manos, probablemente disfrutaba más con ello, apuntan fuentes cercanas al caso que han estudiado su personalidad. En la refriega con sus víctimas el asesino también resultaba herido, ya fuera por causa del esfuerzo físico o cortándose con el arma. Sea como fuere, tras el último asesinato a menos de 15 minutos a pie del domicilio familiar del asesino en serie, su madre tuvo que darse cuenta de que algo pasaba.

El día siguiente al último crimen, el día 7 de noviembre de 2020, la madre de Nikolay compró un billete de avión para que su hijo viajara a Moscú de inmediato, cosa que hizo el día 20 del mismo mes. Le siguió el resto de la familia poco después, saliendo precipitadamente de la casa de alquiler que tenían en La Hoya dejando una deuda de 9.000 euros.

Si pretendían que su hijo abandonara sus maneras de asesino en serie, fracasaron. Un mes después, en diciembre, Nikolay entró en un establecimiento comercial de Moscú y sin mediar palabra acuchilló hasta la muerte a la dependienta. En el juicio salió absuelto gracias a los problemas mentales que se le diagnosticaron, pero le encerraron en un hospital psiquiátrico. Entre tanto, la Policía y la Guardia Civil hicieron su trabajo, le identificaron y le localizaron allí, esclareciendo los tres crímenes en suelo español. Resta pedir su extradición.