Sucesos

La amiga del descuartizador de Valdemoro será juzgada por limpiar la escena del crimen

La Audiencia Provincial de Madrid ha acordado que la amiga del descuartizador de Valdemoro sea juzgada junto al presunto asesino por el delito de encubrimiento. Y es que, Celia ayudó al descuartizador a limpiar la escena del crimen.

La Audiencia, a petición de la familia de la víctima, corrige la decisión del juzgado número tres de Valdemoro que sobreseyó la causa contra la joven el pasado mes de agosto. La investigación de la Guardia Civil deja claro que Leonardo Valencia, el descuartizador de Valdemoro, se citó con Celia y le confesó el horrendo crimen que acababa de cometer. La joven, en vez de denunciar a su amigo ante la Guardia Civil, le acompañó a comprar lejía y otros productos, y durante horas ayudó a limpiar de sangre el chalet del presunto asesino.

Fue la tarde del mismo día 16 de octubre, después del asesinato de la joven Emilce, a la que el presunto asesino conocía por haberle hecho un par de tatuajes. Entonces, el colombiano Leonardo Valencia llamó a su ex pareja y amiga Celia para citarse con ella en la localidad. Finalmente, fue a buscarla cuando la mujer salía del ambulatorio de Valdemoro.

Eran las 16:00 horas de ese día, cuando Leonardo le confesó a Celia que había matado y descuartizado a una persona, rogándole que le ayudara a limpiar la escena del crimen. Celia dijo que «sí», y mientras Leonardo fue a buscar un coche, ella fue comprando ropa para evitar mancharse de sangre durante la limpieza. Luego, ya juntos, visitaron dos establecimientos más de Valdemoro donde compraron productos de limpieza y una pala para enterrar el cadáver. Las cámaras de seguridad de los comercios grabaron a ambos, juntos, en actitud amigable, haciendo las compras.

A continuación, Celia ayudó al descuartizador a limpiar el dormitorio principal del chalet okupado donde había cometido el crimen. También el baño, donde se había acumulado mucha sangre. Celia permaneció en el chalet de Leonardo hasta casi las 21:00 horas limpiando y borrando pruebas. Entonces, llamó a su pareja actual y le describió la situación, decidiendo hacer una fotografía del cráneo de la víctima que reposaba en un cubo dentro de la estancia, y con esa prueba ir al puesto de la Guardia Civil, donde denunció los hechos mostrando la fotografía. Los guardias reaccionaron con rapidez, sorprendiendo a Leonardo en las afueras del chalet cuando se dirigía a deshacerse de los restos de su víctima.

Leonardo Valencia presuntamente mató a Emilce porque quería saber «qué se sentía al matar»: le acusan de estrangularla y luego apuñalar a la chica indefensa. Y de descuartizarla siguiendo un cuadro similar que adornaba, con multitud de objetos macabros y demoniacos. De recortar sus tatuajes como trofeo y otras barbaridades difíciles de describir. En el juicio se enfrentará a una condena de 25 años de cárcel.

Celia estuvo durante años investigada como encubridora en el crimen del descuartizador, hasta que el verano pasado la juez del caso sobreseyó la causa contra ella. La jueza, consideraba que la joven había ayudado al asesino a limpiar la escena del crimen, pero no de forma decisiva ni suficiente como para impedir o dificultar que la Guardia Civil descubriera el asesinato. La joven siempre ha mantenido que ayudó al descuartizador por miedo a sufrir la misma suerte que la víctima, y ha insistido en que la amenazó de muerte. Sin embargo, las acusaciones siempre han resaltado que esa tarde Celia tuvo muchas oportunidades para escapar del control de Leonardo y alertar a la Guardia Civil del crimen.

No cabe recurso alguno contra la decisión de la Audiencia Provincial. En unos meses, Leonardo Valencia y Celia se sentarán juntos en el banquillo de los acusados por el atroz crimen de una inocente.