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La técnica de los casinos. La triquiñuela de los supermercados para engañarte como a un chino

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

¿Alguna vez te has planteado las diferentes técnicas que utilizan los supermercados para vender más? En realidad, no se diferencian mucho de los casinos, ya que en ambos casos los objetivos son exactamente los mismos: que los clientes pasen el máximo tiempo en el local y se gasten cuanto más dinero mejor. Para ello, cuidan muchísimo todos los detalles, como la iluminación o la distribución de los pasillos como si fuera un laberinto.

Las técnicas de los supermercados para ‘engañar’ a los clientes

Seguro que siempre que entras al supermercado tienes la sensación de que el tiempo se detiene. No sabes cuándo es de día y cuándo de noche, ya que toda la iluminación está pensada para que parezca que siempre es de día.

Los establecimientos controlan por completo el ambiente atendiendo no solo a la iluminación, sino también a los colores y a la temperatura. Además, del mismo modo que los casinos, no tienen relojes a la vista de los clientes.

Todos los supermercados saben muy bien cómo colocar los productos para que los clientes gasten más dinero del que tenían pensado. Normalmente, los productos de primera necesidad, como el pan o la leche, van al final para que los usuarios tengan que recorrer todos los pasillos hasta llegar a ese punto.

A todo esto hay que sumar que tanto en los supermercados como en los casinos no hay pasillos rectos o caminos que lleven directamente a la salida. Se diseñan en forma de laberinto para que los clientes tengas que pasar por distintas áreas.

En el caso de los casinos, colocan juegos atractivos en las bifurcaciones o cerca de las salidas para captar la atención de quienes tratan de marcharse. Por su parte, los supermercados lo que hacen es recurrir a lo descuentos.

El neuromarketing es la disciplina que analiza y predice los comportamientos de los usuarios. La música nunca se pone al azar porque la velocidad y el ritmo tienen un gran impacto en el tiempo que pasan dentro del establecimiento los clientes.

Más allá del oído, hay otro sentido que también influye en las reacciones de los consumidores: el olfato. Por este motivo, es normal que los supermercados pongan olor a pan recién hecho en el pasillo del pan u olor a suavizante en el pasillo de los productos de limpieza. Mientras, los casinos utilizan aromas que dan la sensación de estar en un lugar elegante y exclusivo, según Jorge Anduix, responsable desarrollo de negocio de Inprofit, a ‘Business Insider España’.