Sociedad
DGT

La seria advertencia a quienes hacen esto con el coche cada Navidad

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Apenas quedan unos días para que llegue la Navidad, la época del año en la que más comidas y cenas de empresas se producen. Son muchos los trabajadores que se desplazan en su coche hasta los restaurantes, lo que, tras el consumo excesivo de alcohol, puede poner en serio riesgo tanto a los conductores como al resto de usuarios de la vía. Para evitar este tipo de situaciones, la Dirección General de Tráfico (DGT), ha dado una serie de recomendaciones.

«Si bebes no conduzcas»

Lo ha hecho a través de su cuenta oficial de Twitter con el siguiente mensaje: «Si ayer bebiste, te recordamos los efectos de conducir con resaca, parecidos a los de conducir bajo los efectos del alcohol o la fatiga»; «Con resaca se duplica la dificultad para conducir y se sobrepasan en cuatro veces los límites de velocidad».

El alcohol puede permanecer en el organismo durante un largo periodo de tiempo, por lo que la resaca afecta a las aptitudes tanto cognitivas como físicas necesarias para la conducción. Los síntomas más comunes de la resaca son los siguientes: sed, fatiga, temblores, dolor de cabeza, tristeza, falta de sueño, menor capacidad de atención y náuseas.

La DGT explica lo siguiente en su web: «El alcohol es un depresor del Sistema Nervioso Central que altera tanto la aptitud como la actitud para conducir e incrementa el riesgo de verse involucrado en un accidente de tráfico. En su primera fase, produce un efecto euforizante, que da lugar a pérdida de control, disminuye la percepción del riesgo, modifica el comportamiento y deteriora la función psicomotora, todo ello altera la capacidad para conducir un vehículo».

Existe la falsa creencia de que el riesgo de accidente se asocia única y exclusivamente con niveles elevados de consumo de alcohol. Pero nada más lejos de la realidad. Con una alcoholemia de 0,5 gramos de etanol por litro de sangre el riesgo de sufrir una colisión se multiplica por dos.

Mientras, con 0,8 gramos de etanol por litro de sangre el riesgo es cinco veces mayor. No solo se incrementa el riesgo de sufrir un accidente, sino que también lo hace el riesgo de sufrir lesiones de gravedad, e incluso que estas sean mortales.

Sanciones

Más allá del peligro para la seguridad vial, ponerse al volante después de haber ingerido bebidas alcohólicas puede suponer una multa de hasta 1.000 euros. Si la alcoholemia es superior a los 1,2 gramos de etanol por litro de sangre (0,60 gramos miligramos en aire), podría suponer una pena de prisión de entre tres y seis meses.