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Santoral

¿Qué santos se celebran hoy, jueves 21 de agosto de 2025?

El Papa Pío X destaca entre los santos que hoy se celebran

¿Qué santos se celebran hoy, jueves 21 de agosto de 2025? Este 21 de agosto se recuerda a varias figuras que, cada una en su tiempo, respondieron con firmeza a lo que creían. Entre todas ellas destaca el Papa Pío X, que pasó de ser un muchacho de campo en el norte de Italia a dirigir la Iglesia universal, que reformó desde dentro, sin perder el contacto con la gente común.

Junto a este Papa, el 21 de agosto es el día en el que se conmemora también a otros santos como San Sidonio Apolinar, un aristócrata de la Galia, que vivió entre discursos imperiales y procesiones religiosas, sin abandonar ni la pluma ni la fe. Y San Luxorio, soldado romano convertido por la lectura de los Salmos, dio su vida en una pequeña isla del Mediterráneo. De todos ellos conocemos ahora sus historias al detalle, además de enumeraros al resto de santos que se celebran en este día.

San Pío X

Giuseppe Sarto nació en un pueblo pequeño, Riese, en 1835. Su familia era humilde. Su madre, cuando oyó decir a su hijo que quería ser sacerdote, sintió una mezcla de alegría y preocupación. No tenían medios, pero siguieron adelante. Él también. Fue ordenado sacerdote joven, trabajó como párroco, y poco a poco fue asumiendo más responsabilidades. Cuando llegó a ser papa en 1903, ya conocía bien la vida ordinaria de la Iglesia, desde abajo.

Durante su pontificado, tomó decisiones que no gustaron a todos. Bajó la edad de la Primera Comunión, reorganizó la música litúrgica, y fue tajante frente al modernismo, que veía como una amenaza a la fe auténtica. Algunos lo consideraron demasiado rígido, pero él nunca se apartó de lo que creía correcto. Su forma de hablar era directa. No buscaba agradar, sino explicar. Creía que un niño podía entender mejor a Dios que muchos teólogos, y actuó en consecuencia.

Murió en agosto de 1914, justo al inicio de la Primera Guerra Mundial. Muchos lo vieron como la primera víctima de aquella tragedia. Fue canonizado en 1954. Hoy se le recuerda no solo por sus reformas, sino por la coherencia entre lo que enseñó y lo que vivió.

San Sidonio Apolinar

Sidonio Apolinar nació hacia el año 430 en una familia influyente de la Galia romana. Su vida transcurrió en una época convulsa: caía el Imperio, llegaban los visigodos, y todo parecía tambalearse. Aun así, Sidonio supo moverse en ese escenario con inteligencia. Fue poeta, orador, funcionario imperial y, más tarde, obispo. Es uno de los pocos escritores de su tiempo cuyos textos han llegado casi completos hasta hoy.

Lo nombraron obispo de Clermont casi a regañadientes. No tenía formación religiosa, pero aceptó. Desde ese momento se centró en su diócesis, defendió a su pueblo durante los asedios, y ayudó a los más vulnerables en medio de la crisis. Dejó atrás la poesía para dedicarse por completo a su nueva tarea, aunque sus cartas y panegíricos todavía muestran su estilo culto y su capacidad para describir lo que vivía.

Murió hacia finales del siglo V. No fue un santo de milagros ni de leyendas, pero sí un hombre que se mantuvo en pie cuando el mundo a su alrededor se desmoronaba. La Iglesia lo recuerda por eso: por haber sostenido la fe y la cultura en medio del colapso.

San Luxorio de Cerdeña

De San Luxorio, también llamado Lusurio, se sabe lo justo. Era soldado en tiempos del emperador Diocleciano, destinado en Cerdeña. Lo que marcó su vida no fue una batalla ni una misión militar, sino la lectura de un salmo. Aquel texto lo tocó, lo hizo mirar de otra manera. A partir de ahí, buscó más. Leyó los profetas, se acercó al Evangelio y se convirtió al cristianismo.

No pasó mucho tiempo hasta que lo detuvieron. El prefecto local, Delfos, le exigió renunciar a su fe. Luxorio se negó. Lo ataron, lo azotaron, lo torturaron. Durante el castigo, dicen que recitaba salmos en voz alta. No renegó. Finalmente, fue ejecutado con arma blanca. No dejó escritos, ni fundó nada. Pero no necesitó hacerlo para ser recordado.

A pesar del paso de los siglos, su nombre se ha mantenido. Su historia se cuenta como la de alguien que, por una palabra, cambió de vida. Y que, por esa misma convicción, no dio un paso atrás.

Otros santos que se celebran el 21 de agosto

Además de los tres santos de los que os hemos contado sus historias, en este día se celebra también a estos otros: