El paso más complicado de Blanca Romero para cumplir su sueño
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Algunos la conocen por el papel protagonista que ocupó en ‘Física o Química’, la famosa serie adolescente que se emitía en Antena 3. Otros se hacen eco de su presencia debido a su historia de amor con el torero Cayetano Rivera, hijo de la popular Carmen Ordóñez. Pero lo que nadie puede negar es que Blanca Romero es una de las actrices más destacadas de nuestra industria de la interpretación. Hace una década decidió cambiar de vida: renunció a la fama, dio de lado su carrera de actriz y se mudó a Asturias para empezar una nueva aventura. Hizo este esfuerzo para centrarse en el cuidado de su hijo pequeño, a quien ha criado en la más absoluta libertad.
Blanca Romero hizo un gran esfuerzo para cumplir sus sueños. Desde que era muy joven supo que quería dedicarse al mundo del espectáculo. Primero probó suerte como modelo y después triunfó como actriz, interpretando papeles que han confirmado su destreza. Se define como una mujer fuerte y valiente, aunque reconoce que es «fácil» tumbarla porque, según cuenta, continua teniendo muchas heridas abiertas. Ahora ha reaparecido en el Festival de Málaga para representar a la película ‘La abadesa’, proyecto capitaneado por Antonio Chavarrías.
En ‘La abadesa’ Blanca da vida a Eloísa, un personaje del que ha aprendido mucho. Es una de las razones por las que ha regresado a la vida pública y ha aprovechado para reflexionar sobre su pasado, presente y futuro, asegurando que ha vivido momentos realmente complicados hasta llegar a lo más alto. «Soy una mujer fuerte, pero también es fácil tumbarme», declara tras contar que se fue de casa con 16 años porque quería triunfar en el mundo del espectáculo.
El esfuerzo que hizo Blanca Romero
Blanca Romero no se arrepiente de ninguna de las decisiones que ha tomado. Sus errores y aciertos le han convertido en la mujer que es actualmente y se siente orgullosa de todo lo que ha dejado atrás, aunque no es un tema sobre el que reflexione demasiado: «No me gusta la nostalgia ni creo en ella para nada, creo que lo siguiente siempre será mejor. Me encanta haber encontrado una forma nueva de trabajar con herramientas nuevas, que haya evolucionado tanto me parece una maravilla y lo apoyo. Creo que cuando eres auténtico no importa si es a través de Instagram o un poema o una peli del siglo IX, cuando tienes claro quién eres y la responsabilidad de hacer sentir al público, cualquier forma es buena».
En 2011, cuando estaba atravesando uno de sus mejores momentos mediáticos, la actriz pensó que lo mejor era viajar a Asturias para reconectar con sus orígenes y empezar una vida alejada de los medios de comunicación. Es cierto que la nostalgia nunca ha jugado un papel importante en su vida, pero de alguna forma necesitaba volver atrás para reflexionar sobre todo lo que había conseguido. Reconoce que fue un paso muy valiente, aunque en todo momento contó con el apoyo de sus hijos.
«Dentro de esa fortaleza que sé que tengo y que está ahí y tengo muchísima energía, es muy fácil tumbarme porque soy hipersensible. Desde cría, esa hipersensibilidad y cuanto más fuerte eres, y te tumban, más difícil es luego ponerte en pie. Por eso luego necesito mis tiempos para volver a curarme y salir nueva», reflexiona en ‘Vanity Fair’ cuando le preguntan por los momentos más complicados de su trayectoria.
Blanca Romero y su vida antes de alcanzar el éxito
Blanca Romero puede sentirse orgullosa de haberse convertido en una actriz muy destacada. Tanto es así que ha llegado a trabajar fuera de España, aunque lejos de nuestras fronteras ha vivido experiencias de todo tipo. «Viví en Japón, dormí en la calle en México y allí trabajé muchísimo, sobreviví a la crianza de dos hijos, con Luci tuve más ayuda pero el segundo lo hice totalmente sola. Tuve y tengo una fortaleza bestial, eso es verdad. Pero también necesito evadirme, esconderme y estar sola y tranquila en un sitio de paz y alegría como es mi casa, que es mi espacio porque no soporto la negatividad».
Afortunadamente, después de tener a su primera hija encontró refugio en Cayetano Rivera. El torero le dio la mano, adoptó a la joven y durante un tiempo formaron una bonita familia. El problema es que fue una pareja demasiado joven que estaba sometida a mucha presión. Los paparazzi seguían todos sus movimientos porque Cayetano siempre ha sido un rostro esencial dentro de la crónica social. Todo esto generó un clima de tensión que terminó perjudicando al matrimonio. No obstante, en la actualidad disfrutan de una relación estupenda.