Sociedad

El maquinista del Alvia dice que fue un «accidente anunciado» en una línea «sin medidas de seguridad»

Francisco José Garzón, el maquinista del tren Alvia accidentado en Angrois en 2013 y que dejó 80 muertos, ha asegurado a través de un comunicado que se ha leído en la comisión que investiga ese siniestro en el Congreso que el de Angrois fue un «accidente anunciado» en una línea «carente de medidas de seguridad». Ha apuntado a filtraciones interesadas a la prensa para responsabilizarle del accidente y reconoce que estaba hablando por teléfono corporativo porque «toda llamada debe ser atendida».

Al inicio de la sesión, Garzón, visiblemente emocionado, ha pedido que fuera un miembro de la Mesa de la comisión quien diera lectura al comunicado. De esta forma ha tomado la palabra el secretario de la comisión, el diputado de En Marea Antón Gómez-Reino, que ha leído el texto, que ha comenzado con un recuerdo para las víctimas, a las que ha pedido perdón y reiterado su agradecimiento por el trato recibido.

Garzón ha pedido que la comisión consiga esclarecer las causas del accidente inmediatas y subyacentes por las víctimas. «No puede estar basado exclusivamente en actuación humana, la tecnología permite controlar los riesgos, unas simples medidas tomadas tras el accidente lo habrían evitado», señala.

Filtraciones interesadas

En el texto, Garzón ha lamentado que la grabación de su llamada a la central de Atocha tras el siniestro fuera filtrada parcialmente a los medios. «Solo pudo tenerla Adif y el Ministerio de Fomento, se destacaron unas palabras mías que iba a 190 kilómetros cuando tenía que ir a 80», señala el comunicado, que indica que la grabación es más larga y en ella avisaba de la peligrosidad de la curva donde se siniestró el Alvia.

«Los trenes no circulan a la velocidad que quiere el maquinista sino los que marca la empresa», alega. «Si circulaba a 190 es porque es la establecida para ese tramo», señala el texto.

En ese punto, el escrito del maquinista señala que el libro ‘La Tragedia de Angrois’ apunta directamente a la entonces ministra de Fomento, Ana Pastor, y al secretario de Estado de Comunicaciones, Rafael Catalá, querían hacer llegar esa grabación al juez y a fiscal.

«Lo justo es que escuchen la grabación completa, en ella digo que esto iba a pasar y que el jefe de maquinistas de Ourense en 2011 avisaba en un escrito sobre el problema técnico y la curva de Angrois», explica el maquinista en su comunicado.

«Se filtró intencionadamente», denuncia Garzón, que ha recordado que también se publicaron fotografías de su Facebook personal, con un velocímetro de tren a 200 kilómetros de hora, para «dar a entender» que le «encantaba» correr con los trenes. En el comunicado, Garzón alega que es normal circular a esa velocidad y que en esa fotografía él no estaba a los mandos del tren y se encontraba en clases.

Teléfono

También reconoce Garzón que se despistó por estar hablando por teléfono corporativo con el interventor del tren, tal y como marca la actuación de Renfe. «Estaba obligado, toda llamada debe ser atendida y no se nos ha formado para atender esas llamadas ni hay un análisis sobre el riesgo», explica.

Las llamadas son habituales, el teléfono es una herramienta más de trabajo, apostilla, «estamos hablando de pérdida de conciencia no voluntaria causada por una de las variadas tareas profesionales de un maquinista».

Garzón ha denunciado que su detención se produjo tras recibir el alta hospitalaria y fue decretada por la Policía y no por un juez, y asegura que se hizo coincidir con la visita del ministro de Interior, Juan Ignacio Zoido, a Santiago de Compostela. «Parece que era importante decir en su rueda de prensa que tenían detenido al maquinista», asegura.