Desmontando mitos alrededor de las alternativas sin humo para fumadores

alternativas sin humo
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Los seres humanos tenemos la capacidad de retener información; sin embargo, mucha de ella es posible que esté sesgada, malinterpretada o que, directamente, sea errónea sin que nos demos cuenta de ello, al no tener toda la información o los datos correctos.

Y es que debido a una combinación de relatos culturales e históricos, folclore y sabiduría popular, hay ciertas cosas que damos por sentadas y que en ocasiones resultan ser incorrectas. No es culpa de nadie, sólo son peculiaridades de la vida. Pero también es importante que nos las cuestionemos y, además, y si fuera necesario, corregir estos mitos y conceptos erróneos con el fin de que todos tengamos acceso a información precisa, lo cual nos ayudará a tomar las mejores decisiones.

Existen conceptos erróneos relacionados con muchos aspectos de nuestra vida sobre lo que nos rodea a diario. Tomemos como ejemplo las guindillas. Se da por sentado que la parte más picante son las semillas, por lo que con frecuencia las quitamos cuando las preparamos para cocinar. Sin embargo, las semillas no son en absoluto la parte más picante de las guindillas. De hecho, las semillas contienen una baja cantidad de capsaicina, uno de los varios compuestos que inducen la sensación picante. En realidad, la mayor parte del picante reside en la parte esponjosa blanca en el interior de la guindilla.

Por otro lado, si miramos al cielo, vemos nubes que están formadas por gotas de agua o finos cristales de hielo, pero cuando vemos una “nube” que sale de una chimenea, a menudo suponemos automáticamente que se trata de humo. Las torres de refrigeración de las centrales eléctricas y otras instalaciones, de hecho, no emiten humo, sino vapor de agua. El vapor de agua es agua en estado gaseoso, mientras que el humo es el resultado de la combustión y su composición es más compleja, ya que, por ejemplo, incluye partículas sólidas y sustancias tóxicas.

Por tanto, podemos afirmar que algunos conceptos erróneos que tenemos sobre nuestra vida cotidiana son relativamente inofensivos y tienen escasa repercusión, pero también hay algunos que deberíamos tomarnos más en serio.

Conceptos erróneos sobre el tabaco

Con respecto al tabaco, todos sabemos que fumar provoca enfermedades graves y que es adictivo. La mejor opción, por tanto, es dejar el tabaco y la nicotina por completo. ¡Sin malentendidos!

No obstante, existen malentendidos con respecto al tabaco y algunos de ellos pueden dificultar la toma de decisiones informadas sobre las alternativas a los adultos que no dejan los cigarrillos y la nicotina por completo.

Por ejemplo, a menudo existen conceptos erróneos sobre el rol de la nicotina como causante de enfermedades relacionadas con el tabaquismo, y esto puede actuar como una barrera que impida a los adultos que de otra forma seguirían fumando considerar el uso de alternativas sin humo en su lugar. La nicotina es una de las razones por las que los adultos fuman, junto con otros factores, como el sabor y el ritual. Es adictiva y no está exenta de riesgo, pero son los elevados niveles de sustancias químicas nocivas y potencialmente nocivas presentes en el humo de un cigarrillo encendido la causa principal de las enfermedades relacionadas con fumar, no la nicotina.

A veces, los fumadores adultos desconocen la diferencia fundamental entre los cigarrillos y los productos sin humo. Un cigarrillo de combustión libera más de 6.000 sustancias químicas, alrededor de 100 de las cuales han sido clasificados por las autoridades de salud pública como nocivas o potencialmente nocivas. El aerosol de los productos sin humo es fundamentalmente diferente del humo del cigarrillo porque el tabaco no se quema. Al eliminar el proceso de combustión y la producción de humo, los niveles de sustancias químicas nocivas generadas pueden reducirse significativamente en comparación con los cigarrillos.

La importancia de cuestionar la información

Aunque la nicotina no es la causa principal de las enfermedades relacionadas con el hábito de fumar, es adictiva y no está exenta de riesgo. Ciertas personas no deberían consumir productos que contengan nicotina. Entre ellas se encuentran las mujeres embarazadas o en período de lactancia y las personas con problemas cardíacos, hipertensión grave o diabetes. Los menores de edad no deben consumir ni tener acceso a productos que contengan tabaco o nicotina.

La mejor opción para los fumadores adultos es abandonar completamente los productos de tabaco y aquellos que contienen nicotina, pero la realidad es que muchos no lo hacen. Para esas personas hay toda una serie de alternativas sin humo disponibles que son una mejor opción que seguir fumando. Los distintos tipos de productos utilizan diferentes métodos para proporcionar nicotina sin humo, lo que permite a los fumadores adultos elegir la opción que más les satisfaga.

Dejar por completo el tabaco y la nicotina es la mejor opción para la salud. Las medidas de control del tabaquismo existentes, diseñadas para desalentar la iniciación y fomentar el abandono, deben continuar. Sin embargo, pese a estos esfuerzos, millones de personas siguen fumando. Los productos sin humo respaldados por la ciencia pueden contribuir a alejar de los cigarrillos a los adultos que, de otro modo, seguirían fumando.

(**) Contenido patrocinado por PMS.

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