El Consejo de Seguridad Nuclear señala seis lugares bajo vigilancia radiológica en España

El Consejo de Seguridad Nuclear señala seis lugares bajo vigilancia radiológica en España
Río Tinto es una de las zonas vigiladas por el CSN.

El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) ha señalado que mantiene bajo vigilancia radiológica hasta seis áreas en todo el territorio español en las que se ha detectado presencia de radiactividad aunque sin riesgo radiológico.

En un comunicado sobre la vigilancia radiológica del CSN en terrenos con radiactividad en España remitido a última hora del miércoles, el Consejo de Seguridad Nuclear ha subrayado que en este momento no existe ningún terreno declarado como contaminado en España «por la ausencia de regulación específica sobre terrenos contaminados radiológicamente».

Sí ha señalado que el CSN ha tenido conocimiento de distintos emplazamientos con presencia de radiactividad «en los que se estima que no existe riesgo radiológico significativo».

Entre las citadas áreas señala Palomares, en el término municipal de Cuevas de Almanzora, en el sureste de la provincia de Almería, donde en 1966 dos aviones estadounidenses chocaron accidentalmente y, como resultado, cuatro bombas termonucleares de las Fuerzas Armadas estadounidenses cayeron en la zona.

Allí, según el CSN, se encuentran terrenos con una extensión aproximada de 40 hectáreas, fraccionadas en cuatro zonas, con presencia de Plutonio-239 y Americio-241.

Río Tinto

Igualmente, incluye una zona en las Marismas de Mendaña, situadas en el estuario del río Tinto en Huelva, antes de su confluencia con el río Odiel. En concreto, se trata de un terreno, conocido como CRI-9, de una extensión de aproximadamente 1.600 metros cuadrados, con presencia de Cesio-137.

También en el estuario del río Tinto en Huelva, antes de su confluencia con el río Odiel, ubica una balsa de fosfoyesos con una extensión de aproximadamente 1.200 hectáreas y con presencia de Radio-226.

El CSN también vigila un paraje de El Hondón, situado en Cartagena (Murcia). Allí se encuentran unos depósitos de lodos de fosfatos, con una extensión de aproximadamente 108 hectáreas, con presencia de Uranio-238.

Asimismo, apunta a otras localizaciones situadas en términos municipales de las provincias de Madrid y Toledo, en las márgenes del Canal Real del Jarama. En este caso, son ocho zanjas de longitud y profundidad variable, conocidas como las Banquetas del Jarama, con presencia de productos de fisión y en las que se ha realizado determinaciones para Cesio-137 y Estroncio-90.

También ha detectado en el embalse del río Ebro situado en la localidad de Flix (Tarragona) lodos de fosfatos, con presencia de Uranio-238, que ya han sido retirados.

Finalmente, el CSN ha subrayado que también existen en España antiguas explotaciones de uranio en las que se han llevado a cabo actuaciones de restauración con el objetivo de garantizar que no suponen un riesgo radiológico para la población, pero en las que, desde el punto de vista de la utilización de los terrenos donde se ubican, habría que considerar la presencia de material radiactivo.

El organismo también indica que hay otros emplazamientos de explotación de mineral metálico abandonados en los que habría que considerar la presencia de material radiactivo para su posible restauración y utilización posterior de los terrenos.

Medidas

En todos estas zonas y «ante la ausencia de regulación específica», el CSN ha explicado que ha venido actuando «caso por caso» y en función de su riesgo o impacto radiológico potencial, con el objetivo de garantizar la protección radiológica de la población y del medio ambiente.

Así, ha indicado que ha llevado a cabo acciones para determinar el riesgo radiológico, mediante el estudio de las posibles situaciones que puedan dar lugar a la exposición de la población y estableciendo en cada caso las acciones necesarias, como son el requerimiento de programas de vigilancia o el establecimiento de restricciones de uso del terreno.

Según la normativa vigente, la clasificación de un terreno como contaminado requiere una declaración explícita de la autoridad competente, una vez que se ha verificado que la contaminación presente en el terreno está por encima de niveles previamente determinados y establecidos en la normativa.

No obstante, actualmente no existe una regulación específica sobre terrenos contaminados radiológicamente. En este sentido, la necesaria modificación de la Ley de Energía Nuclear y el Real Decreto sobre suelos contaminados con radiactividad se encuentra en tramitación por parte del Ministerio de Transición Ecológica.

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