El asesino de Pioz se mofó de sus víctimas: «Qué risa, los niños no corren cuando les voy a matar»

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El acusado por el crimen de Pioz: "¡Qué risa! Los niños no corren cuando los voy a matar".

Patrick Nogueira, autor confeso de las muertes de sus tíos y sobrinos en agosto de 2016 en la localidad guadalajareña de Pioz, se jactó de sus crímenes en los mensajes enviados a Marvin, un amigo de Brasil, poco después de cometer los asesinatos, según el relato inicial del Ministerio Fiscal en el arranque del juicio.

Así se desprende de las conclusiones enunciadas por la fiscal jefe de Guadalajara, Rocío Rojo, quien se ha dirigido al jurado popular para negar que Nogueira actuara «por arrebato» como alegaba la defensa y recordando que acudió a la vivienda de Pioz equipado con armas y bolsas de basura.

Ha reparado en las fotografías enviadas vía mensajería instantánea: «Qué risa, los niños no corren cuando les voy a matar, se agarran entre sí cuando les voy a matar», dijo Nogueira, según Rojo.

La fiscal, que ha tachado los hechos de «terroríficos», ha continuado desgranando las pruebas «concluyentes» que a su juicio se han analizado a lo largo de toda la instrucción.

Tras recordar que Nogueira huyó a Brasil toda vez que se hallaron los cuerpos un mes después de los asesinatos, ha reparado en que el autor confeso huyó a su país de origen, pero decidió regresar para no tener que enfrentarse a un proceso judicial en el país latinoamericano.

«Él recuerda todo, pero dice que no puede recordar que les mató. Sólo empieza a recordar una vez ya están muertos», ha indicado, asegurando que aunque la defensa va a argumentar «amnesia parcial» sobre cómo se llevaron a cabo los asesinatos, se van a presentar pruebas periciales y psicológicas que constatan que se trata de una amnesia selectiva «porque no le interesa» contarlo.

La defensa pide 25 años, la acusación pide prisión permanente revisable

La defensa de Nogueira ha solicitado en el juicio contra él que arranca este miércoles en la Audiencia Provincial de Guadalajara penas de 25 años de cárcel alegando atenuantes, mientras que las acusaciones coinciden en solicitar prisión permanente revisable por las cuatro muertes, a excepción del Ministerio Fiscal que se desmarca y pide 20 años por cada una de las muertes de los dos adultos.

Nogueira, visiblemente más delgado que cuando ingresó en prisión preventiva, ha escuchado con atención y sin inmutarse la lectura del escrito de la Fiscalía y de las acusaciones particulares, así como las conclusiones de su defensa.

Las conclusiones de la defensa de Nogueira determinan que no cabe apreciar agravantes por la condición de las víctimas, y le considera autor de dos delitos de homicidio en el caso de las muertes de los dos adultos por los que pide cinco años de prisión por cada uno de ellos; y dos delitos de asesinato por las muertes de los dos menores, por las que pide siete años y medio por cada una.

Entiende la defensa que concurren atenuantes como no comprender la licitud del hecho, actuar por causas o estímulos poderosos de arrebato y obcecación, haber confesado antes de conocer el procedimiento o la dilación «indebida» en el trámite del juicio.

La representación legal de la familia de Marcos le considera igualmente responsable de cuatro delitos de asesinato, si bien eleva su solicitud de pena por las muertes de sus tíos a prisión permanente revisable. Recuerda igualmente esta acusación que Nogueira hecho desaparecer a «una familia entera», además de resaltar el «especial ensañamiento» y la «retransmisión en directo» que el acusado hizo de los asesinatos vía mensajería instantánea con un amigo que residía en Brasil.

De otro lado, la acusación ejercida por la familia de Janaina apunta al deterioro de las relaciones entre Nogueira y la familia asesinada surgida después de que los tíos se mudaran de Torrejón de Ardoz a Pioz, extremo que considera clave como desencadenante para que el acusado tomara la decisión de acabar con sus vidas. Esta acusación solicita también cuatro penas de prisión permanente revisable.

Este escrito de acusaciones menciona los análisis psiquiátricos realizados a Nogueira tras su detención, de los que «cabe destacar que se concluye que no presenta patología alguna y sus capacidades están intactas».

Todas las acusaciones dan por acreditado que Nogueira descuartizó en dos partes los cuerpos de los dos adultos, que enfundó en varias bolsas de basura todos los cuerpos, que abandonó la vivienda a la mañana siguiente y que en días sucesivos se deshizo de las armas empleadas.

Los relatos ofrecidos por estas partes recuerdan que un mes después se hallaron los cadáveres y que Nogueira huyó a Brasil al trascender el hallazgo en los medios de comunicación.

De otro lado, una tercera acusación particular es ejercida por el propietario de la vivienda donde ocurrieron los hechos, que alega que dejó de percibir cuatro mensualidades del alquiler por 650 euros cada una.

Argumenta igualmente que gastó 374 euros en suministros, 1.320 euros en sustitución de sanitarios, 927 euros en material de ferretería o 17.436 euros en tareas de desescombro. Para rehabilitar la vivienda, ha pedido un préstamo de 47.000 euros, a los que hay que sumar más de 5.000 euros de intereses.

Esta acusación, que se adhiere a las peticiones de cárcel de cuatro penas de prisión permanente revisable, reclama igualmente una indemnización valorada en 30.000 euros.

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