Asesinatos a 6.000 euros: la Policía desarticula la banda de sicarios más activa de Europa

Ya habían matado antes en España e iban a intentarlo de nuevo. La Policía les ha localizado cuando ya estaban en nuestro país, hasta aquí habían llegado en coche desde Holanda con una pistola con silenciador oculta en una “caleta” o escondite practicado en el interior del vehículo.

Los investigadores les seguían la pista desde enero del año pasado, cuando en la localidad malagueña de San Pedro de Alcántara acribillaron a tiros a Marcos un empresario marbellí de origen magrebí propietario de locales nocturnos en Puerto Banús. Allí, pasadas las tres de la madrugada le acechaban dos sicarios encapuchados escondidos tras los contenedores de basura situados en la puerta del domicilio de la víctima. Los asesinos le dispararon más de veinte veces cuando estaba dentro de su coche, aunque la víctima intentó escapar por el asiento del copiloto falleció casi de inmediato a las puertas de su casa.

La investigación arrancó con la hipótesis principal del ajuste de cuentas y pronto les llevó hasta la banda más profesional de sicarios de Europa que “trabajaban” por encargo para varias organizaciones mafiosas. Su cometido era ejecutar los ajustes de cuentas por acaparar más cuota de poder, robos de alijos entre organizaciones o simplemente por hacerse con un territorio nuevo como en se sospecha en el caso de Puerto Banús. No fue fácil cercar a los presuntos asesinos ya que la banda de sicarios usaba telefonos móviles encriptados para comunicarse entre ellos y tomaban todo tipo de medidas de contravigilancia. La mayoría de ellos, holandeses de segunda o tercera generación de inmigrantes, tenían la virtud de pasar desapercibidos, ni grandes matones musculados ni mafiosos que llamaran la atención. Su tarifa mínima era 6.000 euros por asesinato.

A pesar de todo, los policías de la Unidad Central de Policía Judicial, Udyco de Málaga y policía holandesa, tuvieron conocimiento el pasado mes de febrero de que cuatro de los sicarios más peligrosos se desplazarían hasta España para cometer un nuevo asesinato en nuestro país. Así fue como la policía, y muestran estas imágenes publicadas en OKDIARIO, sorprendió a los cuatro asesinos ya en Cataluña cuando circulaban en su vehículo y tras detenerles con la ayuda de los GEO localizaron la pistola y el silenciador con los que iban a cometer el crimen. Los sicarios siempre traían consigo sus propias armas para no dejar rastro de sus andanzas en los países donde iban a cometer el asesinato.

Paralelamente, la policía holandesa detuvo en ese país a dos miembros más de la banda. Dos hombres de mayor edad, los cabecillas de la organización encargados de ordenar las operaciones y marcar los objetivos al “comando” de jóvenes que se ocupaba de apretar el gatillo. En total seis detenidos a los que se les imputan diez asesinatos, uno de ellos el del empresario asesinado en enero de 2019 en Málaga.