¿Son comestibles las hojas de las fresas?
Éstos son los vegetales que debes comer para gozar de una alimentación saludable
Ten cuidado: si la caja de tus fresas tienen esto, tírala inmediatamente a la basura
Probablemente ya sabes que la campaña de la fresa se extiende desde los meses de febrero y marzo hasta junio aproximadamente. Aunque en la actualidad podemos comprar fresas y fresones de invernadero todo el año, es la mejor época para aprovecharlas. Ahora bien, ¿se comen las hojas de las fresas? Presta atención, porque seguramente éste es un dato que desconocías.
Partiendo de la base de que es mejor consumir frutas y verduras de temporada, que es cuando están en su momento ideal, solemos cometer un error con las fresas y es que desperdiciamos sus hojas. Como las de otros alimentos parecidos, sus hojas no sólo son comestibles sino que incluso tienen todo tipo de propiedades y aportan nutrientes esenciales para el funcionamiento del cuerpo.
Descubre si puedes comer las hojas de fresas
Pero primero, hay que hacer una breve introducción a la fresa. Lo que comúnmente llamamos hojas y rabito en realidad no se denomina así. Se trata de los sépalos y el pedúnculo o pedículo de la fresa. De hecho, ésta es una infrutescencia y no una fruta.
Curiosamente, la parte carnosa que tanto nos agrada es el receptáculo y los pequeños puntitos no son semillas sino el fruto en sí. ¿Sorprendido? Todo esto hace que se trate de un alimento muy particular. Por eso debes darles una oportunidad a sus hojas.
Si eres de los que practican un corte transversal en el extremo superior de las fresas para cortar las hojas y las echas al cesto, entonces detente. Las hojas de las fresas tienen infinitos usos, y una vez que te acostumbres a ellas te preguntarás por qué no las consumes desde hace más tiempo.
Son perfectamente comestibles, siempre que las limpies. En este sentido, basta que las pases por agua al igual que las fresas. Lo conveniente es no separarlas antes de limpiarlas, lo que te facilitará quitarles toda la suciedad.
Si las hojas están verdes y en buen estado, sin moho ni manchas, ni tampoco dan la sensación de haber sido atacadas por plagas, entonces podrás comerlas sin problemas. Se conservan bien, y pueden pasar varios días hasta que las comas sin que se echen a perder. Eso sí, es importante que no las dejes en espacios húmedos ni cerca de fuentes de calor o se pondrán mustias enseguida.
¿Cuáles son sus propiedades?
El aporte de las hojas de la fresa se basa en las vitaminas E y C, los folatos y otros ácidos orgánicos. Numerosos informes recientes destacan sus efectos positivos en el organismo. En el caso de las fresas silvestres, sobresalen las mayores cantidades de otros nutrientes como las vitaminas del grupo B, el ácido fólico y los minerales. En las fresas comerciales no están tan presentes.
¿Cuáles son las formas de consumirlas?
Si te interesa la posibilidad de que tu metabolismo se vea favorecido por los beneficios de las hojas de la fresa, puedes comerlas directamente junto al receptáculo o parte principal del alimento. De ese modo pasan desapercibidas, no notarás su sabor típico.
Mientras tanto, hay quienes prefieren preparar infusiones o smoothies -según la estación- o añadirla a sus bebidas favoritas.
En los últimos años, las hojas de fresa se sirven en algunos de los postres que tienen a esta infrutescencia como gran protagonista. Han dejado de eliminarse del emplatado, y si bien su consumo queda a discreción de cada comensal, el chef invita a probarlas.
Incorpóralas a tu dieta hoy mismo
¿Cómo elaborar un agua de hojas de fresa?
Corta las hojas de unas 20 o 30 fresas, pero dejándoles una pequeña porción del receptáculo, y déjalas en un recipiente con agua. Siempre que estén sucias, enjuágalas con suavidad y agua fría antes de llevarlas al recipiente.
Una vez en él, añade agua hirviendo, cerca de un litro, y espera. Si tienes paciencia suficiente, hasta que el agua se enfríe. Este proceso tarda un poco pero es la mejor manera de asegurarte de que liberen todos sus nutrientes. Una vez fría el agua, puede degustar la infusión de fresas fría o caliente.
El truco de los cubos de hielo
Otra alternativa por la que puedes optar, sobre todo a medida que se acerque el verano, son los cubitos de hielo de agua de fresas. Coge lo que sobró de la bebida que acabas de elaborar, y llévala al congelador en una cubitera. Ya hechos los cubitos de hielo, puedes enfriar otras bebidas veraniegas y darles un sabor especial. Así evitarás los cubitos de hielo que no aportan nada.
¡Súmalas a tus cremas y ensaladas!
Las hojas de fresas trituradas pueden ser un buen complemento para tus ensaladas. Le darán un toque fresco a cualquier receta, y después de todo son hojas verdes como las demás. En el caso de las cremas, le proporcionarán tanto su sabor como su color verde.
Si tienes invitados, recuérdales que estas hojas son comestibles. No sólo puedes consumirlas, sino que deberías hacerlo.
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