La revolución de las aplicaciones de salud en Europa

La digitalización de la economía y la sociedad y de todos los sectores que la engloban es un camino sin retorno. En el caso de la sanidad, también deben empezar a implementarse aplicaciones digitales que estén al servicio de los ciudadanos con el objetivo de facilitar la recogida de datos de salud de los pacientes, mejorar la atención sanitaria en el hogar y transformar la estructura sanitaria actual.

Estos han sido algunos de los puntos que se han tratado en la mesa redonda online «Una nueva era en Europa para las apps de salud», organizada por el partneariado público privado, cofinanciado por la UE, EIT Health y moderada por Alberto Iglesias. Durante la misma, se ha hecho un recorrido por el nuevo modelo digital de salud que ya está implantado en Alemania, y que se conoce como «DiGA fast-track», con la esperanza de que se pueda trasladar al resto de países europeos muy pronto.

En este sentido, los fondos europeos, concretamente los englobados en el marco del PERTE, se presentan como fundamentales a favor de la gestión digital de la salud. Sin embargo, los expertos valoran que existe el riesgo de no aprovechar como se debe la cuantía económica proveniente de Europa. Por todas estas razones, en el evento han insistido mucho en la necesidad de crear un marco regulatorio adecuado y desarrollar las herramientas necesarias para asegurar que estas nuevas aplicaciones digitales se implementen de forma eficaz y segura para todos.

Inyección económica y regulaciones

A nivel sanitario y social, es necesario referirnos a la pandemia y a sus consecuencias, ya que el covid-19 ha dejado entrever la necesidad de modernizar el sistema de salud del país. Francesc Iglesias, adjunto a la dirección del Instituto Catalán de Salud y presidente de la junta de gobierno de EIT Health Spain, ha explicado que, a pesar de que «la digitalización en salud ha recibido en los dos últimos años un impulso sin precedentes, sobre todo para dar solución y abordaje a temas relacionados con el covid», lo cierto es que todavía queda mucho camino por recorrer, empezando la instauración de las bases reguladoras pertinentes. Iglesias sostiene que, aunque no se han dejado de aportar nuevas soluciones digitales para abordar los problemas de salud porque «la respuesta de los agentes innovadores está siendo excepcional, aún estamos lejos de lo que es suficiente».

Para entender el proceso, Yolanda Puiggròs, abogada experta en salud, ha señalado que estas herramientas deben pasar por cuatro fases bien definidas para ser definitivamente autorizadas: Autorización de comercialización para que las «apps» puedan ofrecerse en el mercado y ser utilizadas para la población (en estos momentos aquí es donde se halla la gran complejidad); Pasar la fase de evaluación de la tecnología digital-sanitaria, que tiene el problema de que no está centralizada; financiación; y la compra pública.

En la actualidad, la Unión Europea ya ha planteado una inyección económica para fortalecer los sistemas sanitarios de los países miembros y «las administraciones españolas han lanzado planes estratégicos que ponen el marco para la transformación digital del sistema sanitario con planes específicos de salud digital, inteligencia artificial y el reciente PERTE de Salud de Vanguardia», subraya el responsable de EIT Health Spain. Y añade: «Es evidente que esta transformación digital no tiene sentido sin una estrategia de salud clara de transformación estructural del mismo», concluye.

Por su parte, Cristina Bescós, directora general de EIT Health Spain, ha destacado que la gran ventaja de este proceso de digitalización es que en la actualidad «esta transformación cuenta con el impulso de los agentes del sistema, estrategias y con fondos públicos y privados». Sin embargo, Bescós también advierte de que «para que una transformación digital sea realmente transformadora es necesario orquestar y ordenar las iniciativas a nivel nacional para conseguir que los emprendedores tengan éxito y que estas soluciones lleguen de verdad a los pacientes y ciudadanos que son los que se tiene que beneficiar de esta digitalización».

De la misma forma que su presidente, la responsable de EIT Health Spain menciona el PERTE de Salud de Vanguardia, que incorpora la transformación digital, especialmente diseñado y orientado a la atención primaria. «Esta estrategia de salud digital habla de cómo mejorar la atención primaria, ya que son aplicaciones de contacto directo con el paciente y promocionan hábitos de vida saludables y que además nos proporcionan acciones inmediatas sin tener que esperar semanas hasta que nos atiendan», agrega Bescós.

Startups pioneras para dar ejemplo

El objetivo principal de toda esta transformación es hacer que los sistemas sanitarios sean más resilientes, implementar terapias digitales eficaces combinadas con los clásicos tratamientos farmacológicos y proporcionar a los ciudadanos la oportunidad de tener las herramientas necesarias para gestionar su salud.

En este sentido, las pequeñas empresas y emprendedores han demostrado estar a la altura de esta innovación. Sin embargo, en muchos casos son también los que mayores problemas se encuentran. Este es el caso de Pablo Prieto, quien forma parte de la compañía que desarrolla ‘Mika’, la primera aplicación de prescripción médica para personas con cáncer que ya funciona en Alemania. «Esta nueva aplicación alemana da apoyo a pacientes y personas afectadas por el cáncer, es decir, la visión total está centrada en los pacientes y en mejorar su calidad de vida», ha aseverado.

En este caso, Prieto cree que la personalización es imprescindible, ya que, en sus palabras, «no es lo mismo tratar a una persona que tiene cáncer de próstata que a alguien que tiene cáncer de mama, por lo que los contenidos de la app están adaptados a la situación clínica y personal de cada paciente y a la fase en la que se encuentre».

En definitiva, los ponentes que han formado la mesa redonda exigen soluciones eficaces por parte de los agentes políticos y económicos, que al final son los que tienen la llave para hacer que más empresas desarrollen soluciones digitales como «Mika» y mejorar así la calidad de vida de los pacientes.